Elige cuándo
Fernanda Jar
“Mi esposa tiene la costumbre de escoger los momentos más inoportunos para hacerme reclamaciones de todo tipo: ‘No compraste, no hiciste, no pagaste’. Generalmente ocurre muy temprano, en la mañana, minutos antes de salir para la oficina, o en la noche, cuando regreso cansado del trabajo. Es una situación difícil, porque me provoca altos niveles de estrés”, comenta José Luis, un joven arquitecto.
La armonía de una pareja depende en gran medida de una comunicación óptima que, por supuesto, incluye el tratamiento de temas difíciles o de los problemas cotidianos, así como el establecimiento de las diferentes opciones para solucionarlos.
Ximena Arévalo, psicoterapeuta del Centro de Apoyo Psicológico y especialista en terapia de pareja, habla sobre el tema: “La mayor parte de las veces, nuestra comunicación está basada en el reclamo, en la falla o en la falta que tiene el otro, en lo que no hace bien. Si se inicia una discusión diciéndole a la otra persona: ‘Es que no hiciste tal cosa’, él o ella automáticamente deja de escuchar. A veces, nos quejamos de todo sin darnos cuenta”.
La solución para este problema no es tan difícil. La especialista dice: “Es muy importante destinar un tiempo en la semana, aunque sea breve, para tratar los asuntos pendientes: Pagar la luz, ir al súper, ir a la escuela de los niños”. Pero además de dedicar un tiempo a esos asuntos, Ximena Arévalo indica: “Es fundamental preguntar: ¿Cómo estás?, ¿cómo te sientes?, ¿cómo va el trabajo?”.
Y complementa: “Y es que si se trata de abordar todo en los momentos de más estrés, frecuentemente habrá fricciones y discusiones. Es necesario que entre los dos destinen un horario para hablar de estas cuestiones y buscar soluciones. Es decir, si hay algún problema, tratar de resolverlo juntos. Por ejemplo: ‘No pagaste la luz y la cortaron. ¿Qué propones para que no vuelva a suceder? Si quieres la pago yo; o, si prefieres, en la quincena te puedo estar recordando que la pagues, para que no la vuelvan a cortar’”.
Por otro lado, la psicóloga dice: “La manera de reaccionar de una persona depende de la forma en que le dicen las cosas. Si llega la pareja y viene el reclamo, incluso antes de un saludo, en automático se cierran las vías de escucha y la reacción es así: ‘Ya va a empezar’, y el otro habla y habla y habla, pero no recibe respuesta”.
La especialista señala que detrás de las reclamaciones puede existir una necesidad oculta. “Lo primero que debe hacer la persona agredida es respirar y tratar de descubrir qué hay detrás de esa queja: ‘Ya nunca me dices que me quieres’; debe estar en posibilidad de identificar cuál es la necesidad de la otra persona, ¿qué es lo que realmente quiere decir detrás de ese reclamo?”.
Y ejemplifica: “La queja puede ser: ‘No vamos a llegar a tiempo al cine, porque tú siempre te tardas’. Y la pareja puede valorar: ‘¿Siente que no la considero?, ¿siente que no me importa?’ Es necesario intentar descubrir: ¿Qué puede necesitar él o ella para que no se sienta abandonado(a), para que no sienta que no me interesa?’”
Si consideras que la relación con tu pareja es importante, resulta fundamental buscar formas para enriquecerla. No se trata de evitar los temas difíciles, sino de buscar juntos el mejor momento para abordarlos con prudencia, sin agredir a la otra persona, siempre con el objetivo de encontrar soluciones, a través de un adecuado sistema de comunicación creado por los dos.
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