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El Papa, la Pobreza y los Conservadores

Es fácil aceptar la narrativa de que los conservadores están melindrosos por la visita del Papa a Estados Unidos esta semana. Sus muy publicitados puntos de vista sobre el capitalismo y el cambio climático parecen remar en contra de lo que se piensa en algunos círculos conservadores.
Pero como Katrina Trinko, de Daily Signal, señala, hay otro lado de Francisco que los medios no está cubriendo, un lado que nos da a los conservadores la oportunidad de exhibir nuestras ideas y soluciones para mitigar la pobreza, la desigualdad de ingresos, el hambre y la falta de vivienda.
Gran parte del mensaje del Papa sobre el cuidado de “los más pequeños” es consistente con lo que Jesús predicaba hace dos milenios. Sustentando el llamado a cuidar de los pobres está el criterio de que la vida tiene un valor intrínseco y que todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Ésa fue una declaración revolucionaria en tiempos de Jesús y lo sigue siendo hoy en día.
Desde los videos encubiertos de Planned Parenthood hasta la posibilidad de que el estado de California pronto pueda codificar el “derecho a morir”, es muy oportuno el mensaje papal afirmando la vida y la humanidad.
Por lo que precisamente los conservadores deberían usar esta visita como recordatorio para nuestra cultura cada vez más secular que toda vida tiene sentido.
Sí, la vida de los nonatos es valiosa, pero también lo es la vida de los que están atrapados en el círculo vicioso de la drogadicción, el crimen y la violencia. Como la serie de videos de Opportunity Lives titulada “Comeback” nos muestra, hay grandes historias de expiación a nuestro derredor.
Pero allí donde la izquierda política instintivamente exige más impuestos y un mayor rol del gobierno en la lucha contra la pobreza, los conservadores prefieren un enfoque individualizado que es mucho más eficaz. Si hemos aprendido algo de los más de 50 años de “Guerra contra la Pobreza,” es que las transferencias masivas de riqueza y una multiplicidad de dádivas del gobierno no pueden sacar a la gente de la pobreza.
¿Por qué debería ser jurisdicción exclusiva de los progresistas la lucha contra el hambre y otros males sociales?
Sin embargo, los conservadores han cedido demasiado fácilmente este tópico a la izquierda. Los demócratas tienen la esperanza de que el papa Francisco cubra el tema de la pobreza en profundidad en su histórico discurso ante una sesión conjunta del Congreso este jueves. Pero, ¿por qué debería ser jurisdicción exclusiva de los progresistas la lucha contra el hambre y otros males sociales?
Esto es una pena ya que los republicanos en el Congreso han estado proponiendo soluciones serias y detalladas de política pública desde hace años sobre formas de reducir la pobreza mediante la promoción del empleo y el apoyo a la estructura familiar. La Ley de Reforma de la Asistencia Social de 1996 es quizás la más conocida de estas innovaciones políticas conservadoras. Casi 20 años después, todavía queda mucho por hacer.
El presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Paul Ryan (R-WI), a principios de este verano organizó una comisión bipartita para analizar nuevamente la Guerra contra la Pobreza. No hace mucho, Ryan ha sumado esfuerzos con el senador Tim Scott (R-SC) para organizar un foro de candidatos en Carolina del Sur para enero que se centrará exclusivamente en este tema.
Derogar Obamacare, revertir los Estándares Centrales Comunes (Common Core) y recortar el impuesto sobre sociedades son temas importantes. Pero no son los temas que más preocupen a una madre soltera que vive de sueldo a sueldo y preguntándose cómo va a mantener a sus hijos.
A menos que los conservadores estén dispuestos a entrar en estas preguntas, los progresistas continuarán robándose el protagonismo del tema y seguirán siendo vistos, con razón o sin ella, como defensores de los pobres.
Los conservadores y los candidatos presidenciales no necesitan esperar a que se celebre el foro Ryan-Scott para hablar. La visita de esta semana del papa Francisco es una buena oportunidad, pero sin duda no será la última.

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