El Cafecito

El Cafecito

Cuando era niña escuchaba una canción que mi mamá tocaba del cantante Alberto Cortez llamada “Callejero.” Esta relataba la historia de un perro callejero que sin tener dueño, era el perro de todo el barrio. Recuerdo como me conmovía esa canción a mis 14 años de edad. Me recordaba a Blacky, el perro que mi vecina atropelló cuando entro a alta velocidad al callejón. Años después, me recordaba al Peewee, nuestro perrito el cual se puso “con Sansón a las patadas” como decía mi papa, peleando con un rottweiler siendo él un Chihuahua y pues, no vivió para contarlo.
Cuantas alegrías nos trae una mascota, esos compañeros fieles que, aunque los regañamos porque hicieron travesuras, no dejan de querernos y defendernos cuando nos ven en problemas. Un perro es más que un miembro de la familia, es una razón para llegar a casa y no sentirte en soledad cuando los hijos se van del nido. El perro un amigo fiel que, aunque suene irreverente, muchas veces me recuerda el amor y la fidelidad de Dios hacia nosotros. Ese amor que no hace distinción de personas y que se ofrece gratuitamente a todo aquel que lo desea. Esa fidelidad que, aunque tratemos de huir y escondernos de Su presencia, seguirá pacientemente guardándonos y esperando a que regresemos. “Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!” Mateo 7:11  Que Dios les bendiga y nos vemos en el próximo cafecito. (Extraído del Blog El Cafecito de America Figueroa).

AmericafLPH@gmail.com

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