El Absurdo derecho al Aborto

Hacia fines del siglo XIX Nietzsche escribió en Consideraciones Intempestivas: “Nunca antes hubo un siglo más secular, más pobre en amor y bondad. […] Todo está al servicio de la barbarie que avanza”. El siglo XX que le siguió fue aún peor, y se lo debe en parte a la filosofía supremacista que él desarrolló. Pero el siglo XXI parece querer llegar al fondo del abismo con su absurdo “derecho humano” a asesinar inocentes.
Contrariamente a lo que dicen los medios, la ciencia actual no tiene duda alguna: la vida comienza en la concepción. Esta no es una “idea”, “opinión” o, menos aún, “creencia religiosa”, es un hecho objetivo, comprobable y real. Cuando óvulo y espermatozoide se unen estamos frente a un nuevo ser humano, único e irrepetible, con su propio ADN, tipo de sangre e independiente de la madre. Es una nueva persona, con la misma dignidad y derechos que tú y yo.
¿De dónde surge, entonces, la falsa idea de que mientras no salga del vientre, ese ser humano es “inferior” a nosotros y, por tanto, tenemos el derecho de asesinarlo?
La primera falacia al respecto es que el niño(a) es parte del cuerpo de la madre. Falso. El hecho de que esté dentro de ella no lo hace parte de ella. Si eso fuera cierto, al asesinar al niño la madre también moriría.
Otros dicen que, como el niño(a) está dentro de la madre, ella tiene el derecho de expulsarlo. Falso. ¿Tienen los padres el derecho de expulsar a sus hijos pequeños de casa, sólo porque la casa es suya? Claro que no, esto es delito en todas partes. Los padres están obligados a cuidar de la vida de sus hijos.
Hablar del “derecho” de los padres a decidir matar a sus hijos (nacidos o no) es tan absurdo como hablar del “derecho” de los hijos a matar a sus padres “no deseados”.
Pero el mantra más embrutecedor de todos es que, como el aborto siempre ha existido y no desaparecerá, se debe garantizar su práctica “segura”. ¿Y las violaciones, robos, crímenes, estafas, corrupción, etc.? ¿Debemos despenalizarlos y garantizar que se realicen “de forma segura” porque nunca dejarán de existir?
Lamentablemente, las falsedades seguirán proclamándose y harán que muchos midan a su prójimo por sus habilidades, capacidades o utilidad. Porque cada vez que los seres humanos abortan la verdad, nada impide que se terminen abortando ellos mismos.

 

Towards the end of the nineteenth century Nietzsche wrote in Untimely Considerations: “Never before was a century more secular, poorer in love and kindness. […] Everything is at the service of the barbarism that advances ”. The 20th century that followed was even worse, due in part to the supremacist philosophy he developed. But the 21st century seems to want to reach the bottom of the abyss with its absurd “human right” to murder innocents.
Contrary to what the media says, current science has no doubt: life begins at conception. This is not an “idea”, “opinion” or, even less, “religious belief”, it is an objective, verifiable and real fact. When egg and sperm unite we are facing a new human being, unique and unrepeatable, with its own DNA, blood type and independent of the mother. He is a new person, with the same dignity and rights as you and me.
Where, then, does the false idea arise that as long as he does not come out of the womb, this human being is “inferior” to us and, therefore, we have the right to murder him?
The first fallacy in this regard is that the child is part of the mother’s body. Fake. The fact that he is inside her does not make him part of her. If that were true, by murdering the child the mother would also die.
Others say that since the child is inside the mother, she has the right to expel him. Fake. Do parents have the right to expel their young children from home, just because the home is theirs? Of course not, this is a crime everywhere. Parents are obliged to take care of the lives of their children.
Talking about the “right” of parents to decide to kill their children (born or not) is as absurd as talking about the “right” of children to kill their “unwanted” parents.
But the most brutalizing mantra of all is that, since abortion has always existed and will not go away, its “safe” practice must be guaranteed. What about rapes, robberies, crimes, scams, corruption, etc.? Should we decriminalize them and ensure that they are done “safely” because they will never cease to exist?
Unfortunately, the falsehoods will continue to be proclaimed and will cause many to measure their fellow man for his abilities, capabilities or usefulness. Because every time human beings abort the truth, nothing prevents them from aborting themselves.