
Educar para vivir mejor en México es una falacia en el TLC
En México la educación no lo resuelve todo los jóvenes educados presentan en 2.7 % mayor tasa de desocupación que los adultos. A pesar de que México tiene la menor tasa de desempleo de la OCDE y de América Latina del orden del 5% igual que Brasil, y menor que Chile que es del 7%, EUA del 9% y de España oscila en el 20%. Sin embargo, el 10 % de los egresados universitarios en edad de trabajar están en desempleo, es decir 7.5 millones de estudiantes que representan el 20% de la fuerza laboral del país es un dato alarmante.
Sobrecoge que el desempleo impacta más gravemente a este segmento, toda vez que solo el 28.8 % de desempleados jóvenes tengan menor nivel de escolaridad, hasta secundaria; en contraste del 71.2 % que cuenta con educación superior.
El argumento es que los mejores preparados, no están dispuesto en auto emplearse en el mercado informal, sino que prefieren especializarse en el mejor de los casos en posgrados, en un mercado cada vez más competitivo en el que es muy estrecho la oferta laboral y muy amplia la demanda.
Supondría uno que el TLC resolvería en parte el dilema de la inserción laboral, toda vez la vecindad geográfica de México con América del Norte. Empero, las asimetrías regionales no solo son económicas sino también educacionales. Con todo y que México ha suscrito convenios educativos con Canadá, el máximo histórico de matrícula fue de cinco mil escolapios en 2001, sin embargo la cifra ha descendido a la mitad; llegando a tan solo 5.2% de la matrícula de ciudadanos mexicanos radicados en el exterior, en contraste con Estados Unidos que es de 51%, España 14%, inclusive Inglaterra y Francia reciben más estudiantes mexicanos en el orden del 6% anualmente.
El dilema de la inserción laboral en México no pasa necesariamente por la calidad de la educación, aunque la supone; el problema real a decir del Dip. Jorge Humberto López Portillo, que es compartido por el Instituto de Investigaciones de la UNAM es que el modelo económico impuesto por el sistema financiero estriba en que no existe en México una política industrial y agraria, equiparándose a un país ensamblador y exportador de materias primas.
De suerte que de prevalecer la ausencia de un conjunto de los tomadores en el proceso productivo entre países de la región, la movilidad laboral en el hemisferio se mantendría estancada. A diferencia de Estados Unidos que la oferta laboral es menos calificada que en Canada, en donde los Estudiantes Extranjeros representan casi una cuarta parte de los residentes temporales calificados, tanto China como India y Corea le han ganado la partida de competitividad a México.
Empero, los intercambios académicos han aumentado entre México y Canadá a través del Faculty Research Program (FEP) y el Faculty Research Program (FRP), que forman parte de la estrategia Understandining Canadá en 2009 los investigadores mexicanos obtuvieron solamente tres de las 196 becas otorgadas ese año, mientras que países como Francia, China y Argentina recibieron entre 13 y 19.
En suma, para Isabel Stunder y Talia Contreras concluyen que el capital humano es un área que ofrece un enorme potencial para la cooperación entre México y Canadá. Lamentablemente, estos beneficios no se han explorado a fondo en el plano bilateral con Canadá.
La falta de un propósito común hace difícil que ambos países puedan aprovechar la rápida expansión de contactos bilaterales que se han desarrollado en los últimos quince años e impide que puedan canalizar sus esfuerzos para construir una relación bilateral relevante para cada país y para la región. Además, la carencia de una asociación estratégica también ha abierto la puerta para que los pequeños problemas adquieran una mayor dimensión política a la que tienen, en detrimento de la relación.