Disfuncionalidad de los puertos fronterizos afecta competitividad entre México- EU

Ciudad de México.- La tecnología arcaica en las garitas de inspección, sumadas a la infraestructura logística obsoleta, generan cuellos de botella en la frontera México- EU que acarrearon una pérdida económica del orden de los 466, 234 dólares el año , misma que reducen los beneficios derivados de los bajos aranceles del TLC, asi lo afirmó Nelson Balido CEO del Border Commerce and Security Council y Vice Presidente de Secure Origins.

Señaló que no obstante el peso económico que gravita en la frontera México- Estados Unidos para la competitividad de ambos países y el empeño de los gobiernos locales en los estados fronterizos quienes han comisionado estudios sobre deficiencias en los puertos fronterizos, aún siguen pendientes las evaluaciones integrales que abarquen toda la frontera, generen información confiable y tomen en cuenta la opinión de agentes clave.

Balido precisó que la inversión en infraestructura requiere de una visión estratégica binacional de la cual depende la competitividad de la región, la cual implica, reúna protocolos de actuación, dado que mientras que en Tijuana se requiere de 280 minutos para cruzar hacia Estados Unidos, los transportes de carga en Nogales, Ciudad Juárez y Nuevo Laredo requieren entre 150 y 180 minutos.

El puerto de mayor demora es Tijuana, considerando un aproximado de 2, 487 cruces diarios de camiones de carga de exportación vía Mesa de Otay el costo es de $50 usd por hora extra de espera, representando un costo directo de $ 124 mil 350 dólares por hora; siendo que el retraso en este cruce en promedio es de 3 horas.
El congestionamiento, aunado al tiempo de espera implican una perdida monetaria de tal magnitud que genera impactos económicos cuantiosos sobre la producción del orden de $ 7, 540, 560 usd, el ingreso, los salarios ($ 1, 401, 140) y el empleo en la región fronteriza ($296, 400).

A efecto de eliminar las pérdidas económicas, imputables a la ineficiencia en el cruce fronterizo al menos desde hace una década se ha solicitado permanentemente a los gobiernos de ambos países a que incrementen los recursos financieros para la generación de infraestructura en garitas y actividades conexas, que dan servicio a los puentes o cruces fronterizos, para la creación de obras nuevas, como para ampliaciones, modernizaciones y mejoramiento, incluyendo los centros de inspección.

Los funcionarios públicos, empresarios y agentes de comercio exterior, establecen que la falta y deterioro de la infraestructura es una de las causas principales de los cuellos de botella y retrasos en los flujos de mercancías y personas, como pérdida de competitividad.

Nelson Balido , coincide con especialistas mexicanos en el imperativo de que se modifique la Ley de Coordinación Fiscal, para incrementar el porcentaje de la recaudación fiscal que reparte la Federación entre estados y municipios.
Una tarifa y cuotas de peaje y peatonales, que implica una coordinación específica entre la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, la Administración General de Aduanas, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y el Instituto de Administración y Avaluós de Bienes Nacionales (INDAABIN) para la administración de los fideicomisos especializados en financiar las obras de infraestructura fronteriza.

Concesión a inversionistas privados a efecto de realizar convocatorias de concurso público internacional para otorgar una concesión de 30 años para construir, operar, explotar, conservar y mantener puentes internacionales.

Estas acciones agregó Balido, como los principales cuellos de botella en garitas que provoca excesivas demoras en los puertos de cruce de la frontera porque no hay sistemas computarizados que se comuniquen con las diferentes agencias de gobiernos ente los dos países. Enfatizó que “es prioritario intercambiar cierta información para segmentar el riesgo de camiones cruzando la frontera para que se enfoquen la los que tengan comportamientos cuestionables”. Estas medidas son necesarias para que los puertos fronterizos se conviertan en canales de facilitación comercial y no en un obstáculo.