Deseo concedido
Natalia Bojorge
“Piensa bien lo que va a pedir y revisa tu lista de deseos”, sería el primer consejo que el genio de la lámpara mágica nos diría al momento de tenerlo de frente, justo antes de que comenzáramos a decir uno por uno los sueños que queremos ver cumplidos, desde los anhelos más tradicionales como amor, salud, fortuna, hasta los que deben ser concedidos bajo pedido como un salto en paracaídas en el Gran Cañón o una cocina con vista panorámica.
Desear, per se, trae consigo una actitud lúdica ante eso que se quiere, involucra ilusión y alegría, pero para no dar un mal paso, hay que tener clara la línea divisoria entre el terreno de lo posible de lo imposible para, como dicta la frase, “medirle el agua a los chayotes” y tener en la mira lo qué sí está en nuestras manos y aquello que es a todas luces, irrealizable por alguna razón.
En el divertido juego de pensar qué cosas quisiéramos obtener, ganar o lograr, casi siempre se deja de lado el para qué de cada ilusión, esto es importante reflexionarlo para evitar que cada uno de nuestros más amados sueños por realizar, cuando se efectúen se nos vayan como agua entre los dedos.
Tú, tu propio genio
La psicóloga Mónica Koppel explica que: “La actitud de una persona ante las diversas circunstancias o ante la vida tiene una fuerte influencia en sus resultados. Una actitud alegre, positiva y sintonizada al logro de un objetivo, se traduce en resultados con mucha confianza y seguridad”. Y es que de otro modo, sería inverosímil imaginarse a un guionista de cine que sueña con ganar el premio Óscar, así como a un estudiante que aspira a una beca universitaria, con un talante fatalista y sin confianza en sus cualidades.
Alcanzar el peso ideal, mejorar la propia imagen, obtener un trabajo superior, encontrar una pareja, viajar a países remotos, pueden ser algunos de los deseos que con mayor frecuencia tenemos en nuestra lista de pendientes, pero cada uno de ellos requieren de compromiso con nosotros mismos para que se materialicen, sin importar el tiempo y esfuerzo que demandan, están en el terreno de lo posible entonces ¿por qué abandonar el sueño de cumplirlos?
Mónica Koppel comenta que: “Un aspecto muy importante para estar en disposición de recibir el amor, el éxito, la salud y abundancia, es la propia actitud y auto imagen. El mejor ritual para despertar esta disposición y generar lo que deseamos es establecer quién soy, qué sí y que no quiero para mí”, y agrega que el autoconocimiento y amor a sí mismo son sustanciales para obtener aquello que se quiere.
La especialista expresa que el primer paso para conquistar lo que ansiamos es reconocer que somos capaces de darlo, es decir “si quiero tener el amor, debemos estar conscientes y convencidos de que estamos dispuestos a amar”. Soñar un cuerpo sano implica entonces, compromiso con nosotros mismos de que lo trataremos con respeto y cuidado, o trabajar con ahínco para acumular una cuantiosa cuenta bancaria, implica tener la responsabilidad de saber su utilidad y beneficio.
Desde la mira del compromiso y esfuerzo, la lista de deseos para el genio de la lámpara mágica se observan de forma distinta, y quizá, se haga más pequeña cuando sometamos a cada uno de ellos a la reflexión sobre lo que implica su conquista. Las delicias del logro son para aquellos que, sin importar lo tremendamente difícil que parezca hacerlo, están dispuestos a apostar con tenacidad y paciencia todas sus cualidades y destrezas a su ilusión, y sin duda, un día frente al espejo se dirán así mismos: deseo concedido.
“La perseverancia es el motor del éxito”
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