<!--:es-->Desafío para SEGOB y SRE: Comunicar eficazmente la migración acercaría a México con EU<!--:-->

Desafío para SEGOB y SRE: Comunicar eficazmente la migración acercaría a México con EU

La migración vista como problema ha sido el tema y enfoque mayormente abordado en la historia de la relación bilateral México Estados Unidos tanto a nivel Gubernamental como de Interparlamentarias, pero el de menor avances, más intenso y conflictivo del resto de los temas de la agenda bilateral.
Existe un consenso entre especialistas en el tema de la relación México Estados Unidos, tanto el Informe sobre la Frontera México- Estados Unidos elaborado por el Pacific Council on International Policy (PCIP) y el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), como el análisis de actualidad de la política exterior de Estados Unidos hacia México bajo la administración de Barack Obama: cambios y continuidades así como  el Informe del Centro de Estudios para América del Norte (CEDAN):  México EU una relación hacia el Futuro; fundaciones que coinciden en abordar a la migración como solución y no problema lo que destrabaría la empantanada discusión migratoria.
Históricamente tensa la relación México, Estados Unidos, se caracteriza por la coyuntura y el vaivén del ambiente político al que Rafael Velázquez del Centro de Investigaciones y Desarrollo Económico (CIDE), abunda en el análisis de cambios y continuidades refiere que para los norteamericanos pensar en México es asociar una fuente recurrente de problemas; migración, seguridad, narcotráfico; que por el impacto que tiene en la opinión pública; Estados Unidos los aborda desde una política interna, aunque son de naturaleza internacional.
Solo con excepción de la relación económica que es interdependiente cuyo intercambio comercial depende en mayor medida de los mercados y de los intereses de los grupos de presión de las grandes empresas, dejando las percepciones de la sociedad norteamericana a un segundo lugar.
El problema para los especialistas, es que también México aborda la migración desde la misma perspectiva unilateral que los norteamericanos.
El reto para México es construir un nuevo modelo como lo lograron filipinas, China e India para hacer de los beneficios de la Interdependencia económica un esquema de integración de sus diásporas para hacerlas más exitosas en el exterior.
México ha insistido reiteradamente para su beneficio vincular a sus connacionales con sus comunidades de origen; pero poco o nada ha hecho para hacerlos más exitosos en el país de destino.
Solo considerando a México como una Nación Transnacional, como coinciden los especialistas es la fórmula para empoderar a nuestra comunidad que es la más densamente poblada de las migraciones mundiales; la segunda es China y México es superior en 6 veces, sin embargo por nuestra ausencia de políticas de inversión en capital humano de nuestra diáspora hemos sido desbancados por Filipinas del tercer sitio de las remesas.
La estrategia filipina es de las más agresivas y de las mejor organizadas. Su carácter abierto y pragmático les ha permitido proteger mejor a sus diásporas y aprovecharlas más para la economía del país que migra 800.000 filipinos hacia países del Golfo Pérsico. En el que el gobierno opera como una empresa nacional que prepara, mercadea y califica a sus nacionales para que su mano de obra sea bienvenida en el mercado laboral de los países receptores.
Para el Pacific Council on International Policy (PCIP) y el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), México ha conseguido una serie de medidas que el Gobierno , consideró elevar los niveles de vida y la generación de empleos en México, que a su vez reduciría los factores de expulsión, relacionados con la migración no autorizada a Estados Unidos.
Exhorta el informe a que ambos países todavía tienen que formar una comisión binacional (reactivar y mejorar la que tenían) para analizar las necesidades del mercado de trabajo y los planes de desarrollo de la fuerza de trabajo para la gestión de los posibles flujos futuros de trabajadores.
Se requiere que sea una visión con la urgencia de un México como nación transnacional, han transcurrido nueve años desde que el IME en 2004 convocó a un foro titulado la diáspora mexicana retos y oportunidades en el que Rafael Fernández de Castro enfatizó que nuestro país debe aprender de la india o la filipina, mejor organizadas y que saben ofrecer bien sus cualidades ante el exterior. La jornada informativa a Comunicadores en Medios de Comunicación en Español en Estados Unidos y Canadá es otro claro ejemplo de reactivar una estrategia de comunicación del Gobierno mexicano, que desde 2006, dejo de operar, y deja un vacío respecto al imperativo de “difundir la oferta del Gobierno de México para la población mexicana en el extranjero”.
El Gobierno Federal ha corregido el rumbo para el empoderamiento de nuestra comunidad, que sería hoy día un factor de cohesión  social y por ende de prioridad nacional.
Si queremos ser importantes como país y no como tema para Estados Unidos, empecemos por empoderar a nuestra comunidad a que sea más exitosa en EU, a certificar sus capacidades laborales cuando retornan a México y en alianzas público privadas promover su involucramiento al desarrollo nacional.
Así lo hizo la diáspora hindú en EU, desde Bill Clinton, que en una visita oficial a la India, se hizo acompañar por cuatrocientos líderes indio-americanos. El éxito de la estrategia india radica en el reconocimiento del potencial político que tienen sus diásporas en el juego electoral estadounidense.

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