
Delinear Políticas de Estado para la Agenda de Transformación entre México- Estados Unidos
Para que el exhorto del Ejecutivo Federal de transformar a México, tenga resonancia mediática en la opinión publica México-americana, requiere mas de un pronunciamiento espectacular; implica en suma la definición de una Agenda programática consensuada entre diferentes niveles de tomadores de decisiones de los sectores publico, social y privado, que sea técnicamente viable y operativamente plausible de llevar a cabo.
En efecto, el anuncio del mandatario mexicano Felipe Calderón tiene una expectativa de resonancia positiva en el extranjero al destinar la totalidad de los fondos recaudados en la red consular, para atender a los connaciones residentes en el extranjero. Este es el primer gran acierto del Ejecutivo de trascender el discurso político, retórico y demagógico al hecho comprobado.
El siguiente paso, relevante es la definición de los criterios técnicos- operativos para establecer una Agenda de acciones que transformen el diseño de las Políticas Publicas, consensuadas a nivel binacional para vigorizar la agenda de la relación bilateral México- Estados Unidos, a partir de una visión mas pragmática, de activismo binacional.
Para lo cual reflexionamos, las conclusiones del Reporte del Grupo de Estudio de la Relación México- Estados Unidos: “The United Status and Mexico Forging a Strategic Parthership”, que establece un diagnostico de agencias especializadas en la compleja relación, entre México. Estados Unidos, bajo las siguientes consideraciones:
“Debido a los cambios demográficos y económicos de las últimas décadas. México y Estados Unidos han experimentado un proceso de creciente integración. Los tomadores de decisión en ambos países no han asumido completamente su papel ante esta nueva realidad.
De mantenerse una política diplomática en piloto automático, el margen de oportunidades de acceder a un nivel superior en la relación bilateral es limitada. Parafraseando al mandatario mexicano: como región se ha perdido competitividad. Prueba de ello es que al año pasado Estados Unidos en el informe de la OCDE, aparecía en el lugar uno, ahora ha descendido al escaño sexto. En tanto México, aparece ubicado en el 58 y Canadá en el 16.
Un acercamiento estratégico bien diseñado de cooperación México- Estados Unidos podría otorgar beneficios significativos a la seguridad y el bienestar de los ciudadanos de ambos países, así como en la competitividad futura de sus energías, impulsando programas como, un intercambio de energía por infraestructura, con fondos para el desarrollo.
Estas iniciativas deberán formar parte de una agenda compartida, para la cooperación, incluyen estrategias conjuntas en temas de seguridad pública, flujos de personas y bienes a través de la frontera, inversiones en infraestructura y creación de empleos, canalización de flujos migratorios, cooperación en educación y mayores facilidades para el comercio.
México y Estados Unidos tienen una oportunidad histórica para renovar su compromiso bilateral. Es tiempo para reafirmar este compromiso y lanzar una asociación estratégica que asegure mayor prosperidad y seguridad a ambas naciones, una asociación que no dependa de los vaivenes de la política nacional e internacional sino de una firme creencia en que unidos como vecinos pueden resolverse muchas de las principales cuestiones que afectan a los ciudadanos de los dos países.
Entre las acciones prioritarias a realizar destaca:
En empleo, identificar fondos para micro y pequeñas empresas productivas y para asociaciones de productores en zonas con altos índices de migración en territorio mexicano.
En comercio, aumentar las oportunidades para el comercio y la inversión por medio de la homogeneización de regulaciones y la alineación de transacciones aduaneras, así como el fortalecimiento de los mecanismos existentes para hacer cumplir los estándares laborales y ambientales.
En infraestructura, el desarrollo económico de México beneficiará a Estados Unidos: fortalecerá a Norteamérica como bloque comercial, contribuirá a la estabilidad en la región, y establecerá un modelo para otros países con objetivos similares.