<!--:es-->Defensa Unísona Regional para celebrar la Tercera Semana Nacional por los Derechos Laborales de los Migrantes Latinoamericanos.<!--:-->

Defensa Unísona Regional para celebrar la Tercera Semana Nacional por los Derechos Laborales de los Migrantes Latinoamericanos.

Frente al exacerbamiento de políticas anti-inmigrantes, que ven la migración como una amenaza a la estabilidad de la economía norteamericana ha propiciado un clima de acoso laboral en perjuicio de los trabajadores migrantes que son presa fácil de abusos por parte de empleadores sin escrúpulos, es que surge la tercera Semana Nacional por los Derechos Laborales de los Migrantes Latinoamericanos, con el concurso de las representaciones diplomáticas de México, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Venezuela unidas para contrarrestar los efectos permisivos de una política que sin sustento en indicadores fiscales y monetarios enfatiza los efectos negativos que se perciben en Estados Unidos, ignorando los aspectos positivos.

Comúnmente se argumenta que la migración tiende a elevar en el país de destino las tasas de desempleo y a reducir los salarios de los trabajadores nativos. Primero debido a que los migrantes incrementan la oferta laboral y compiten por los puestos de trabajo con los trabajadores nativos y con ello algunos de estos pueden ser desplazados. Cuando en realidad los migrantes toman puestos de trabajo en regiones con escasez de mano de obra y ocupan posiciones sin que el Estado haya hecho algún gasto en él, puesto que la experiencia laboral y educativa la adquirieron en otro país. Este argumento revela que los trabajadores no son sustitutos sino complementarios, donde los nativos son escasos, los migrantes son abundantes.

También se argumenta que están dispuestos a aceptar condiciones laborales inferiores; entre ellas menos prestaciones laborales y menores remuneraciones, con lo que los trabajadores nativos, pueden verse obligados a aceptar menores ingresos, lo cual ocasiona que los salarios se reduzcan. Dato que desmiente el estudio de Ottaviano al señalar que la Inmigración incrementó los salarios de los trabajadores nativos en 2% que cuenten al menos concluyeron la High School.

Lo que no se dice es que según el modelo de Pensiones de Beneficio “Pay as you go”, es que la proporción de trabajadores en activo se reducirá y aumentará la cantidad de trabajadores retirados demandando servicios de seguridad social. En este sentido la inmigración ayuda a mantener el equilibrio en tales sistemas al incrementar la población trabajadora en activo. Este es un argumento débil de comprobar, toda vez que al aceptar condiciones económicas bajas, permiten elevar la productividad y mantienen a flote a ciertas empresas locales que necesariamente deberían invertir en tecnología para mantener líneas de producción competitivas.

Según la literatura especializada abordada por Friedberg y Hunt, evidencia que ante un incremento de 10% en la proporción de migrantes, reduce el salario de los nativos en no más de 1% real. El hecho incontrovertible es que los flujos migratorios fluctúan en el mismo sentido que el ciclo económico, es decir se comportan “pro- cíclicamente”. En épocas expansivas se aceleran y en épocas de recesión se reducen, teniendo efectos en la política fiscal y monetaria al aumentar el consumo y en favorecer la generación de empleos, puesto que mediante créditos proveídos por Cámaras de Comercio Hispana de “Micro Loan Programs” crean panaderías y servicios de limpieza.

El crecimiento económico proviene de los factores productivos con los cuales cuenta un país: mano de obra, capital y la productividad que es la forma en la que se interrelacionan estos recursos. En lo macroeconómico entre 1994 y 2008 el consumo de EEUU creció en términos reales 3. 23 billones de dólares. Los migrantes mexicanos contribuyeron con 217 mil millones de dólares, es decir 7.4% del total. Estas cifras comprueban los valiosos aportes de los Latinos y de los mexicanos, al crecimiento económico del país, reflejado en el crecimiento del PIB a precios constantes de 2005 en 4.4 billones de dólares; los mexicanos contribuyeron con el 7% de ese periodo, es decir con 307 mil millones de dólares. Es imperativo tener una mirada más equilibrada al evaluar la situación migratoria, con una visión integral, que apunta a beneficios mutuos, que los países latinoamericanos miembros de este bloque regional, deberán posicionar en la Agenda Estadounidense la reivindicación de los Derechos de los Trabajadores Migrantes Latinoamericanos.

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