Cuando un Amigo se Va…
Se nos fue Juan Pablo II, fue a sentarse a la derecha del Señor, junto a Jesús y los ángeles, se fue el día de la Divina Misericordia, festividad impuesta por El hace cinco años, tal vez preanunciando su partida.
Juan Pablo II, sucesor número 263 del apóstol Pedro en la sede episcopal de Roma, falleció el 2 de abril a las 21.37, hora romana. Su pontificado, de casi 27 años, ha sido el tercero más largo de la historia de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Karol Józef Wojtyla, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado en octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kilómetros de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el segundo de los dos hijos de Karol Wojtyla y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941.
A los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.
Cuando las fuerzas de ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.
A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación del seminario clandestino de Cracovia, dirigido por el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del «Teatro Rapsódico», también clandestino.
Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de noviembre de 1946.
Seguidamente, fue enviado por el Cardenal Sapieha a Roma, donde, bajo la dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró en 1948 en teología, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz. En aquel período aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.
En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta 1951, cuando reanudó sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953 presentó en la Universidad Católica de Lublin una tesis titulada «Valoración de la posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler». Después pasó a ser profesor de Teología Moral y Etica Social en el seminario mayor de Cracovia y en la facultad de Teología de Lublin.
El 4 de julio de 1958 fue nombrado por Pío XII Obispo Auxiliar de Cracovia. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la catedral del Wawel (Cracovia), de manos del Arzobispo Eugeniusz Baziak.
El 13 de enero de 1964 fue nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo cardenal el 26 de junio de 1967.
Además de participar en el Concilio Vaticano II (1962-65), con una contribución importante en la elaboración de la constitución «Gaudium et spes», el Cardenal Wojtyla tomó parte en todas las asambleas del Sínodo de los Obispos.
Desde el comienzo de su pontificado, el 16 de octubre de 1978, el Papa Juan Pablo II ha realizado 104 viajes pastorales fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma ha visitado 317 de las 333 parroquias romanas.
Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas. El Papa también ha publicado cinco libros: «Cruzando el umbral de la esperanza» (octubre de 1994); «Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal» (noviembre de 1996); «Tríptico romano – Meditaciones», libro de poesías (Marzo de 2003); «¡Levantaos! ¡Vamos!» (mayo de 2004) y «Memoria y identidad» (febrero de 2005).
Juan Pablo II ha presidido 147 ceremonias de beatificación -en las que ha proclamado 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Ha celebrado 9 consistorios, durante los cuales ha creado 231 (además de uno impectore 1 «in pectore») Cardenales. También ha presidido 6 asambleas plenarias del Colegio Cardenalicio.
Ha presidido 15 Asambleas del Sínodo de los Obispos: 6 ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994, 2001), 1 general extraordinaria (1985), y 8 especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 [2] y 1999).
Ningún otro Papa se ha encontrado con tantas personas como Juan Pablo II: en cifras, más de 17.600.100 peregrinos han participado en las más de 1160 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese numero no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas [más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000] y los millones de fieles que el Papa ha encontrado durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se ha entrevistado durante las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 246 audiencias y encuentros con primeros ministros.
Sucesión papal
Ahora viene la sucesión, la elección del nuevo Papa, sobre este tema nos anticipamos a escribir en nuestra columna de La Prensa Hispana del 10 de febrero pasado (hace dos meses), previendo el fatal desenlace.
Convendría recordar en este momento dicha columna:
Karol Wojtyla ha cumplido mas de veintiséis años con el nombre de Juan Pablo II, (el tercer periodo Papal de la historia, incluyendo a Pedro), y hace mas de cinco años que se habla en los secretos pasillos del Vaticano de su sucesión, pero este tema, en los últimos días, dejo de ser un secreto y se esta analizando en algunas oficinas de varios gobiernos del mundo, es que la salud del Papa y su sucesión es un tema de interés internacional.
Pero para los latinoamericanos la continuidad o sucesión del Papa es mucho mas importante, recordemos que la Iglesia Católica Apostólica Romana esta formada por mas de seiscientos millones de fieles, y la mitad de ellos esta en Latinoamérica.
Trataremos de responder algunas preguntas que se hacen muchas lectores:
¿Qué pasa si el Papa renunciara por problemas de salud o falleciera?
¿Existe algún mecanismo aprobado para la elección del suceso?
¿Hay posibilidad que el próximo Papa fuera latino?
¿El sucesor puede ser un Cardenal o un Obispo?
El cónclave, minuciosamente organizado
Juan Pablo II ya describió minuciosamente y hasta el último detalle el modo de elegir a su sucesor. En 1996, en el 18° año de su pontificado, Karol Wojtyla precisó las normas de la sucesión Papal. Antes habían hecho lo mismo los Papas San Pío X, en 1904; Pío XI, en 1935; Pío XII, en 1945; Juan XXIII, en 1962, y Pablo VI, en 1975.
La elección corresponde al colegio de los cardenales, que hoy tiene alcance universal, con miembros de 66 países. En la Constitución Apostólica “Universi Dominicis Gregis”, de 92 puntos, Juan Pablo II excluyó dos formas de elección: por aclamación y por compromiso (que permitía, de no llegarse a un acuerdo, delegar en una comisión la elección). La única forma admitida por el Papa es el escrutinio secreto, “que ofrece las mayores garantías”, de papeletas introducidas en una urna (que luego serán quemadas).
En este momento hay 184 cardenales en la Iglesia, pero sólo 120 en condiciones de ser electores, aquellos que no llegan a los 80 años. El más joven de ellos es el arzobispo de Budapest, Peter Erdö, de sólo 52 años. Hay un purpurado de 101 años, Corrado Bafile, que, obviamente, no vota; los mayores pueden participar de las reuniones preparatorias del cónclave, no del voto.
De los actuales electores, el cardenal Alexandre do Nascimiento, de Luanda, Angola, dejará de serlo el 1° de marzo próximo, día en que cumplirá 80 años.
Después de 26 años de Papado casi todos los electores fueron hechos cardenales por Juan Pablo II, menos 13: entre ellos, Joseph Ratzinger, su prefecto de la Doctrina de la Fe, hecho cardenal por Pablo VI.
En su descripción, Juan Pablo II, ratificó que al reunirse el cónclave los cardenales deben dormir en el Vaticano, para estar aislados, y que la elección se siga haciendo en la Capilla Sextina, “donde todo contribuye a hacer más viva la presencia de Dios”.
El más riguroso secreto rige sobre la elección. En esos días, los cardenales no pueden hacer llamadas por teléfono ni enviar cartas, leer diarios o ver TV.
Se requieren dos tercios de votos sobre los electores presentes. Pero si después de tres series de siete escrutinios, con pausas de un día de oración, no se llega a una solución, los cardenales podrán decidir elegir entre los dos más votados. El elegido debe decir si acepta. No hace falta que sea cardenal ni obispo y si no fuera obispo, es ordenado en el acto.
Nombres para la sucesión
Según los especialistas y varios cardenales, no hay ningún candidato evidente u obvio para suceder a Juan Pablo II. Por otra parte, ante cualquier eventual convocatoria a un cónclave, en los pasillos del Vaticano siempre se tiene muy presente la famosa sentencia “quien entra Papable continua Cardenal”. En alusión a que ninguno de los nombre en danza tiene asegurado el voto.
Mientras hay quienes dicen que, después del largo reinado de más de 26 años de Karol Wojtyla, el primer Papa no italiano en 500 años, el próximo pontífice podría volver a ser italiano, también hay quienes creen que, en cambio, el pontífice número 245 de la historia de la Iglesia Católica Romana podría ser Africano, Hindú o Latinoamericano.
Tomemos seriamente la idea del Papa italiano, ya entre los cardenales electores hay veinte de ese país y representan el bloque nacional más numeroso, entre ellos se mencionan dos nombres:
El Arzobispo de Milán, Dionigi Tettamanzi, de 71 años y el Cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia, teólogo del movimiento integrista Comunión y Liberación, de 64 años.
Otros europeos que últimamente pululan en las listas de papables son el cardenal belga Godfied Daneels, considerado un progresista por su apertura en cuanto a la utilización del preservativo como un medio para combatir el sida en casos extremos, y el ultraortodoxo cardenal alemán Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex santo oficio, nombrado recientemente por la revista Time.
Saltando a otros continentes, el cardenal nigeriano, Francis Arinze, que está al frente de la Congregación para el Culto Divino, de 72 años, podría convertirse en el primer papa de color; mientras que el cardenal Ivan Dias, arzobispo de Bombay, en la India, de 68 años, en el primer pontífice de Asia, el continente del futuro.
Para aquellos que abonan la esperanza que el próximo Papa tenga sangre latinoamericana, podemos contar entre los papables a:
•Cardenal Geraldo Majella Agnelo, arzobispo de San Salvador da Bahía, Brasil, de 72 años.
•Cardenal Claudio Hummes, arzobispo de San Pablo, Brasil, de 72 años.
•Cardenal Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, que nació en Tegucigalpa en 1942 y fue presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).
•Cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, un jesuita de 68 años que comenzó a cosechar muchos elogios al ser elegido relator del sínodo de obispos en 2002.
•Leonardo Sandri, arzobispo de Cittanova, el único que no es Cardenal, nacido en Buenos Aires el 18 de noviembre de 1943, es el “número tres” del Vaticano, y se ha convertido en “la voz del Papa”, en los últimos discursos desde la Clínica donde esta internado.
Hasta la próxima semana