Concentración de Bellezas del Mundo en Los Angeles
La búsqueda de “Miss Universo 2006” ha reunido en Los Angeles la mayor concentración de bellezas del mundo unidas por un único sueño: arrebatar la corona de reina de Natalie Glebova.
“Bueno, si pasa será maravilloso, pero es más importante pasarlo bien y disfrutar que ésta es una oportunidad única en la vida”, comenta a EFE la malagueña Elizabeth Reyes, “Miss España 2006”.
Reyes es una de las 80 concursantes que se encuentran en Los Angeles hasta el próximo 23 de julio, día en que se anunciará la nueva “Miss Universo”, título que hasta ahora tiene esta canadiense morena de ojos azules y pasado ruso.
Toda una mezcla como el resto de estas jóvenes tan soñadoras como bellas y decididas a llevarse la corona, aunque para ello se tengan que pasear en traje de baño delante de extraños, lucir sus mejores galas sin ir a ningún lado y demostrar una inteligencia que nadie espera entre tanta guapura.
Ese es el estereotipo que en opinión de la mexicana Priscilla Perales Elizondo es erróneo.
“Eso era en los años 60 y 70 cuando ganaba la más guapa. Ahora la más bella no te niego que esté entre las cinco finalistas, pero ganará la más inteligente”, apuesta con una confianza que casi deja ver el brillo de la corona en su frente.
Pero como afirma Mia Taveras, “Miss República Dominicana”, el mejor consejo para quien le interesen los concursos de belleza es que se necesita mucha disciplina.
“Trabajamos duro”, añade su compañera de cuarto, “Miss Chile” Belén Montilla.
Para el momento que todas estas chicas llegan al hotel Wilshire Grand de Los Angeles ya han sido coronadas en sus países de origen.
Entre los 18 y los 27 años sin maridos ni hijos, según marca la organización que sin embargo no se opone a la cirugía estética tan sólo tendrán esta oportunidad de alzarse con la victoria.
“Y es una experiencia muy bonita que ya que la tienes mejor aprovecharla, digo yo”, afirma la malagueña, mientras le enseña unos pasitos de flamenco a un periodista diez veces su talla.
La experiencia incluye continuos actos sociales en la meca de Hollywood, el domingo un partido de baloncesto junto a Earwing “Magic” Johnson, ayer una fiesta con el rapero Snoop Dogg, hoy una cena con el alcalde de Los Angeles Antonio Villaraigosa.
Eso sí, todas juntas como si estuvieran en un internado y sin poder salir del hotel si no es para uno de estos actos.
“¡Así como encuentro a Brad Pitt!”, bromea llena de vitalidad Magali Romitelli, más conocida como “Miss Argentina”.
Su compañera de habitación, Desireé Durán, sueña tanto con ser la primera “Miss Universo” boliviana como con ese encuentro con Pitt.
“O también puede ser George Clooney, es tan divino con esa cara de coqueto que tiene”, añade sin un pelo de tonta.
Sueños de belleza y coronación que se mezclan con los rezos a sus santos favoritos.
La costarricense Fabriella Quesada reza al que la protege de la envidia con un rosario de rosas con olor que le regalaron; Romitelli a la virgen de San Nicolás y a la Loreto mientras que la seguridad morena de “Miss Brasil”, Rafaela Zanella, se derrite cuando habla de “esa medallita” que siempre lleva en el bolso.
En lo que todas coinciden es en su dieta, a base de cereales y fruta en el desayuno, ensalada para almorzar y más ensalada de cena “quizá con algo de carne”, apunta Romitelli.
“Eso sí, nada de chocolate”, aclara Taveras, quizá para estar segura de que cabe en ese minúsculo vestido azul que lleva.
Los que andan locos con tanta belleza son los empleados del hotel, poco acostumbrados a ver por sus pasillos a 80 esculturales modelos de todos los colores y razas en diminutos biquinis, tacones y con un perfecto maquillaje en todo momento.
“Y pensar que yo soy de las que cuando voy a la piscina no me quito el pareo casi hasta que estoy en el agua”, suspira coqueta “Miss Colombia”, Valerí Domínguez.
“Pero es que en la pasarela soy “Miss Colombia” y para los colombianos eso es muy importante”, afirma convencida y sin rubor pese a ser hoy todo pierna con unas mínimas bermudas amarillas.
