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Cómo hacer que las comidas de los niños sean más sanas

¿Se aterroriza su hijo cuando ve vegetales en su plato? Muchos padres lidian con el niño con sus propias ideas de la pirámide alimentaria perfecta: cuatro a seis porciones de bastoncitos de pollo y macarrones con queso como dieta cotidiana

Hacer que su hijo o hija coma lo que usted considera alimentos sanos y balanceados puede ser una tarea ardua. Pero no se rinda. Si incorpora ingredientes sanos a los alimentos que les gustan, podrá “engañarlos” para que consuman algunas de las comidas más nutritivas disponibles.

Aunque es una maniobra truculenta, los padres tienen que hacer lo que deben hacer.

Seguramente sabe que los alimentos ricos en colores tienen generalmente alto contenido de vitaminas y minerales.

Por esa razón se les aconseja a las familias que coman un “arcoíris” de alimentos, y, por supuesto, que no sean los coloreados artificialmente.

Las zanahorias, batatas, remolachas, moras azules, vegetales de hojas oscuras y otros alimentos proporcionan un caudal de nutrición sana. Pero ¿cómo incorporarlos a las comidas que sirve normalmente? Pues, recurriendo a la procesadora de alimentos.

Si hace un puré de frutas y vegetales y lo incorpora a pastas, mezclas o salsas, podrá aumentar el valor nutritivo de diferentes alimentos, dulces incluso.

Mejore los bizcochos de chocolate con un puré de manzanas, moras azules y espinacas. Haga panecillos dulces o barquillos con batatas o zanahorias “ocultas”.

Hornee un pan o pastel de calabacín, o incorpore un toque de frutas y vegetales a salsas o sopas donde se pueda enmascarar su sabor tan crudo.

También puede hacer una mezcla de mitad y mitad de leche de soya y convencional a los macarrones con queso para aumentar la cantidad de proteínas.

Y ¿por qué no incorporar puré de coliflor al puré de patatas? Los niños no se van a enterar. Una vez que esté consciente de las posibilidades, se preguntará por qué no lo hizo antes.

Este subterfugio dietético es una forma efectiva para que los niños consuman frutas y vegetales, pero no sustituye las lecciones e instrucciones adecuadas con respecto a la selección de comidas balanceadas.

Los niños deben saber cómo tomar decisiones inteligentes en la elección de alimentos, y cómo pueden disfrutar de la “comida chatarra” con moderación.

Una forma excelente de inspirar a los niños a comer más frutas y vegetales es hacer que los alimentos sean divertidos.

Los licuados—mezclas de yogurt, frutas/vegetales frescos y jugo—crean un alimento delicioso para consumir en actividad.

Deje que los niños personalicen sus ingredientes y jueguen con las posibilidades de sabor.

Otra idea es experimentar con la textura de los alimentos. El niño puede rechazar una zanahoria cruda debido a su textura crujiente.

Pero una vez cocinada, y rociada con un poco de sirope de arce, por ejemplo, podría despertar un atractivo totalmente diferente. Las frutas y los vegetales se pueden utilizar además como condimentos.

Invite a los niños a consumir una mezcla de salsa rica en vegetales con chips de tortilla.

También se pueden agregar pedacitos de jamón a la compota de manzana, y el pollo se puede aderezar con piña.

Con un poco de ingenio y planificación del menú, es posible que los niños consuman una mayor cantidad de frutas y vegetales.

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