Como Escribir Un Libro

Como Escribir Un Libro

V- El Autor Inseguro

Te lo voy a explicar otra vez por si no lo has entendido las tres primeras veces.
Cuando un escritor novel se siente inseguro con respecto a su escritura suele cometer el error de explicar varias veces aquello que acaba de narrar.
Un estilo poco claro, una idea poco trabajada o un texto escrito rápidamente (y además no revisado) son el hogar perfecto para este error de sobre explicación.
Cuando un chiste está bien contado no necesita explicación. Dicho de otro modo, cuando el chiste tiene que ser explicado es por uno de estos dos motivos, porque no es bueno o porque no está bien contado.

Existen cinco puntos que demuestran
las inseguridades de un escritor.

1-El escritor que necesita
citar a otros autores.
Muchos autores intentan demostrar sus supuestos vastos conocimientos literarios y se dedican, página tras página, a citar nombres de autores de reconocido prestigio. Esto no estaría mal, salvo en aquellos casos en que el autor, desea comparar su capacidad creativa o la calidad literaria de aquellos con la suya. Algunos autores creen que deben mostrar a sus lectores sus conocimientos, solo una cosa explicaría que un autor cometa ciertos errores en sus trabajos y es la falta de una lectura crítica de los mismos.

2-El escritor debe estudia el escenario.
En toda obra es necesario un estudio o preparación de la misma, desarrollar nuestro relato en París, no implica reubicar a la Torre Eiffel, incluso en una historia de ciencia ficción, para fantasear con los extraterrestres debemos estudiar, al menos, los nombres de las estrellas y galaxias. Es decir que para el desarrollo de la obra es necesario un proceso previo de estudio y documentación, pero esto no significa que el autor deba desplegar todos los conocimientos adquiridos en la corriente narrativa de su obra, porque la mayoría de las veces, estas informaciones cruzan la delgada la línea que separa lo necesario de lo superfluo.

3-El escritor que transforma
un relato en una tesis
Otras de las consecuencias del estudio, documentación y preparación de un relato, es que aumenta en el escritor la tentación de mostrar al lector cuánto conoce y cuánto domina un área concreta de conocimientos, ya sea por haber cursado estudios superiores de la materia en cuestión o por ser responsable de un concienzudo y profundo estudio de la documentación pertinente. En estos casos el escritor inseguro desea exhibir al lector datos precisos que demuestren su superioridad y conocimiento del tema tratado. Para una tesis doctoral o un manual informativo, esta tormenta de datos es muy importante, pero el autor no debe olvidar que está a mitad de una narración literaria y todos estos datos, aparte de distraer y aburrir al lector, crean un hueco entre la trama y los personajes. Esto es fácil de detectar porque produce un escalón insalvable entre un tipo de narración y otra, pero también porque, más allá de las consideraciones lingüísticas, en la mente del lector surgen varias preguntas… ¿esto a qué viene?, ¿Estos datos se relación con la trama?, ¿Qué quiere decirme el autor?… No dudo que la información puede ser de gran interés, pero ninguna información debe quitar el protagonismo de los personajes por encima de la trama. Por lo tanto es recomendable que la información esté al servicio de la narración y no para alimentar el ego del autor inseguro.

4-El escritor y los personajes tontos
que explican lo que el otro sabe.
-Hola Juan, vengo a buscarte, hermano mío, porque nuestros padres, Carlos y Silvia, nos están esperando para almorzar en la casa de nuestros tíos Isabel y Roberto.
Tal vez por falta de planificación o cierta precipitación en la escritura, es frecuente entre los escritores inseguros poner en escena a dos personajes con la misión de contarse entre sí algo que ellos ya saben, pero el lector aún no. Colocando en sus bocas frases del estilo como la anterior que, obviamente es solo ejemplo exagerado para ilustrar este tipo de error, pero creo que da una idea aproximada del tipo de error al que me refiero. En la mayoría de los casos, toda esa información le corresponde transmitirla al narrador.

5-El escritor que desea que lo amen.
En su afán por caer bien a todo el mundo y que todos lean su obra, algunos autores inseguros optan por hacer a todos los personajes buenos, netamente y estúpidamente buenos, a los que les pasan cosas espantosas por culpa del destino. El resultado que se consigue es que nadie sentirá interés por una historia en la que no haya al menos, un personaje que encarne buena parte de las miserias del alma humana, contra las que todos tenemos que luchar cada día. Incluso los personajes buenos, no deberían verse privados de algunos rasgos negativos, siquiera potencialmente negativos, porque en la vida real nadie es totalmente malo o totalmente bueno, todos somos tenemos zonas grises que el lector desea conocer. El lector desea realismo, aunque la narración incluya una trama fantástica, ya no existen los súper héroes extremadamente buenos, ni los súper villanos extremadamente malos.
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Hasta la próxima semana…
Cesar Leo Marcus

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