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Cinco cosas que Detienen una Buena Noche de Sueño

Boca arriba, boca abajo, con la almohada entre las piernas, relajado, contando ovejas... nada. No hay manera de conciliar el sueño. Esta es una situación más que familiar para muchos.

Pero, ¿qué aleja al sueño? Y más aun, ¿cómo evitarlo?
A continuación le ofrecemos cinco sospechosos habituales responsables de quitarnos una buena noche de sueño, tan necesaria para la salud mental y física.

Un ambiente incómodo o ruidoso
En la medida que empezamos a dormirnos, nuestro tono muscular se reduce y las extremidades se empiezan a relajar. Es posible que nos sintamos somnolientos, pero nuestro cerebro se mantiene activo. Cualquier incomodidad o ruido puede dificultar el objetivo de caer rendido.
En la medida que vamos entrando a un sueño ligero, un área del cerebro llamado tálamo empieza a bloquear el flujo de información de nuestros sentidos al resto del cerebro. Pero todavía deja pasar los ruidos que nos pueden despertar.
Tras media hora de sueño ligero, la mayoría de nosotros entra en un tipo de sueño profundo llamado sueño de onda lenta. Los cambios en la neuroquímica típica del cerebro con el sueño profundo hacen que sea más difícil despertarnos.
Pero algunas cosas siempre se pueden filtrar, como que llamen a nuestro nombre en voz alta.
Saltarse cualquier parte del ciclo natural de sueño resulta en una reducción de la calidad y cantidad del descanso.

Una rutina irregular
El tono muscular se reduce y las extremidades se relajan cuando empezamos a quedarnos dormidos.
Todos tenemos un reloj corporal que nos indica cuándo estamos cansados. También ayuda a sincronizar miles de células en nuestro cuerpo con el ritmo circadiano.
El principal sincronizador de nuestro cuerpo es la luz. Nuestros ojos reaccionan a la luz y la oscuridad, incluso cuando los párpados están cerrados.
La luz del día provoca que el cerebro reduzca la producción de la hormona del sueño, llamada melatonina. Estamos más alerta y nos despertamos.
Si dormimos menos, ya sea porque nos acostamos muy tarde o nos levantamos muy temprano, es poco probable obtener todo el descanso profundo necesario, o el suficiente del paso siguiente: el MOR, sueño de movimientos oculares rápidos, que es cuando ocurren la mayoría de los sueños.
Estimulantes: café, alcohol, comida
La cafeína es un estimulante que puede permanecer en nuestro sistema durante muchas horas. Las bebidas ricas en cafeína hacen que sea más difícil dormir, lo que puede resultar en más tiempo en las etapas de sueño liviano, con menos sueño profundo.
Por su parte, con frecuencia el alcohol nos hace roncar, dificultando la respiración y nos deja más inquietos.

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