Cerebro y Multitareas

Gracias a la tecnología, los seres humanos del siglo XXI creemos que nos hemos convertido en dioses, porque estamos en varios lugares al mismo tiempo. Desde nuestro teléfono, tabla o computadora, seguimos a nuestros conocidos en los cinco continentes, a nuestros hijos a sus fiestas, a nuestros padres en sus vacaciones, compartimos con nuestros amigos nuestra alegrías y tristezas, estudiamos, trabajamos, disfrutamos nuestras aficiones, vemos nuestras películas preferidas y todo esto sin salir de la habitación.
Y cuando salimos a pasear o trabajar, revisamos el correo electrónico mientras estamos de pie esperando el transporte o en la fila de la farmacia, y cuando almorzaba con amigos, verificamos que hacen nuestros otros amigos, o mientras almorzamos solos en un restaurant de comida rápida, escuchando el podcast de noticias o la música que nos gusta. Incluso cuando conducimos (¡por favor no lo hagan!) pretendemos conectarnos con las redes digitales.
Pero… siempre hay un pero… aunque creemos ser dioses y poder estar al mismo tiempo en distintos lugares, no es así… pensamos que estamos haciendo varias cosas a la vez, lo que llaman “la multitarea”, pero en realidad caímos en la trampa de una ilusión poderosa y diabólica. Creemos que nuestro cerebro hace multitareas, cuando en realidad está cambiando de una tarea a otra con gran rapidez, y cada vez que lo hace tiene un costo cognitivo. La trampa de “la multitarea” es parecida a un malabarista experto, que da la sensación de sostener un montón de pelotas en las manos, cuando en realidad, solo una pasa por sus manos en cada instante, ya que las otras están en el aire y su mayor preocupación es que, si pierde una el resto se vendrán abajo instantáneamente.
Según Earl Miller, neudocientífico del MIT, “La gente no puede hacer multitarea adecuadamente, cuando ellos dicen que pueden, en el fondo se están engañando”, y resulta que el cerebro es muy bueno en este negocio engañoso. Miller sostiene que “la multitarea” aumenta la producción de la hormona del estrés “cortisol” causando confusión mental, algunos estudios revelaron que “la multitarea” crea un bucle de retroalimentación “dopamina-adicción”, creando el “vicio” de la estimulación externa, perdiendo el foco en medio de actividades importantes, para distraernos con facilidad. Entonces preferimos contestamos el teléfono, buscar algo en Internet, revisar nuestro correo electrónico, enviar un SMS, ver Facebook, twitter, Instagram, wasap, causando una explosión de los opioides endógenos (como una droga, no es de extrañar que se siente tan bien), todo ello en detrimento de nuestra tarea real.
Según Glenn Wilson, del Gresham College de Londres, “la multitarea” reduce el coeficiente intelectual efectivo en 10 puntos, incluso Wilson demostró que las pérdidas cognitivas de “la multitarea” son aún mayores que las pérdidas cognitivas por fumar marihuana. Russ Poldrack, neurocientífico de Stanford, encontró que el aprendizaje es mucho menor si lo hacemos mezclado con “la multitarea”, ya que el cerebro no almacena adecuadamente el aprendizaje, por ejemplo los jóvenes que estudian con la distracción de su tabla o teléfono, almacenan la información en el cuerpo estriado, una región de almacenamiento temporal, en lugar del hipocampo que organiza y clasifica adecuadamente la memoria profunda
Gran variedad de multitareas requiere tomar decisiones, que no parecen importantes (en algunos casos) pero la suma de ellas crea estrés, porque la toma de decisiones es un difícil recurso neuronal, ya que las pequeñas decisiones consumen tanta energía como los grandes, y es en ese momento cuando perdemos el control de impulsos, ingresando en un estado de agotamiento en el que, después de hacer un montón de decisiones insignificantes, podemos acabar haciendo verdaderamente malas decisiones sobre algo importante. Otro de los problemas de “la multitarea” es que conduce a la ansiedad, lo que eleva los niveles de la hormona del estrés cortisol en el cerebro, que a su vez puede conducir a un comportamiento agresivo e impulsivo, en cambio al mantener la concentración reduce la necesidad que tiene el cerebro de glucosa.
No nos engañemos, cada vez que enviamos o recibimos un Twitter, wasap o actualizamos Facebook, obtenemos una sensación de placer, constituyendo una adicción neural. Cuando decimos que la tecnología es un “vicio” no estamos lejos de la realidad… hace poco un hombre de 30 años murió en Guangzhou (China) después de jugar videojuegos continuamente durante tres días, y otro sufrió un paro cardíaco en Daegu (Corea) después de jugar videojuegos de manera continua durante 50 horas.

Hasta la próxima

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