Carta abierta de una Madre Hispana al Superintendente Escolar de OC Dr. Mijares

Carta abierta de una Madre Hispana al Superintendente Escolar de OC Dr. Mijares

Open letter from a Hispanic Mother to OC Superintendent of Schools Dr. Mijares

Dr. Mijares,
Me llamo Jenny Hernández. Vivo en el condado de Orange. Mis hijos asisten a la escuela en Irvine. Llegue a EU a los 16 años proveniente de El Salvador donde Dios salvó mi vida muchas veces de la guerra, los disparos y enfermedades. Solo por la gracia de Dios mi familia y yo estamos vivos. Habiendo vivido en zonas de guerra temiendo por mi vida cada día, veo que hoy también enfrentamos una guerra, pero por las mentes de nuestros hijos. El año pasado, mi hijo regreso de la escuela y me dijo que podía hacer lo que quisiera con su cuerpo y que yo no podía opinar al respecto. Él nunca había hablado así antes. Más tarde descubrí que estas enseñanzas que causaron rebelión, provenían de la escuela. Esto causó mucha angustia en mi hogar.
Dr. Mijares, la comunidad cristiana de habla hispana se siente traicionada y decepcionada por sus acciones. Lo que usted defiende causa demasiado daño. Cuando el estado excluyó a los padres hispanos del proceso, usted no fue nuestra voz. ¿POR QUÉ? Fuimos silenciados a nivel estatal, y a nivel de condado, porque no se nos permitió representarnos en esta decisión de 5 millones de dólares para implementar este horrible Marco. Sabemos que debe estar bajo mucha presión política, pero como líder cristiano que dice ser, usted responde a Dios, no al hombre.
Como líder, abogo regularmente por miles de niños salvadoreños. Nuestros ministerios los alimentan, los visten, y proporcionan ayuda física, emocional, espiritual, y refugio a través de las iglesias. Los niños estadounidenses tienen estos lujos, pero nuestro estado los está guiando de una manera que divide hogares, causa desconfianza, trae falsas acusaciones a las personas de fe, erosiona su fe infantil y socava los valores de este país. Mi familia huyó hacia Estados Unidos con lo que vestía y hoy estamos desconsolados por el rumbo de la educación, ya que los niños son nuestro futuro.
Dr. Mijares, nuestras congregaciones no se sienten representadas por usted. Ahora estamos capacitando a los hispanos en OC para que se activen políticamente y nadie se aprovechen de ellos. Les enseñamos a no solo a confiar en alguien por el color de su piel, su idioma, o títulos; les instamos a MIRAR SUS ACCIONES, no solo sus palabras. Ya no seremos observadores pasivos, porque sabemos lo que es vivir en un lugar de anarquía moral y sistemas corruptos. La confianza se ha roto y la gente se está levantando.
Sinceramente,
Una madre, ciudadana, y sobreviviente.

 

Dr. Mijares,
My name is Jenny Hernández. I live in Orange County and my children attend school in Irvine. I arrived to the US at 16 from El Salvador, where God saved my life many times from the war, bullets, and disease. It is by the grace of God my family and I are alive. Having lived in war zones fearing for my life every day, I can see that today we’re facing a war for our children’s minds. Last year, my son came home from School and said he could do whatever he wanted with his body and that I didn’t have a say in it.
He never talked like that before. I found out later that those teachings that caused rebellion had come from the School. This brought pain and distress to our home.
Dr. Mijares, the Christian Hispanic community feels betrayed and disappointed for your actions. What you defend causes harm. When the State excluded Hispanic parents from the process, you were not our voice. WHY? We were silenced State and countywide, because we were not allowed to represent ourselves in the 5 million dollars decision to implement the horrible Framework. We know you must be under political pressure, but as the Christian leader you say you are, you answer to God, not men.
As a leader, I advocate regularly for thousands of Salvadorian children. Our ministries feed them, clothe them, and provide physical, spiritual, and emotional help and shelter through our churches. US children already have these luxuries, but our State is guiding them in a way that divides homes, causes distrust, brings forth false accusations against people of faith, erodes their faith, and undermines the values of this Country. My family fled to the US only with what they were wearing, now we’re heartbroken for the direction of education, since children are our future.
Dr. Mijares, our congregations don’t feel represented by you. Right now, we’re training Hispanics in OC to be politically active so nobody takes advantage of them. We’re teaching them not to trust someone’s skin color, language, or titles; we encourage them to LOOK AT THEIR ACTIONS, not just their words. We will no longer be passive observers, because we know what it is to live under corrupt systems of moral anarchy. The trust has been broken, and the people are rising up.
Sincerely,
A mother, citizen, and survivor.

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