Califato Ibrahim o ISIS
Abu Bakr al-Baghdadi jefe de ISIS se proclamó Califa Ibrahim, llamando a la guerra santa a sus seguidores, en los mismos términos de la Edad Media:
“¡Oh muyahidin en el camino de Alá, deben tomar las armas, soldados del Estado Islámico y luchar!, Pronto, con permiso de Alá, cualquier persona que se atreve a ofender a Él será disciplinado, y cualquier mano que se extiende para hacerle daño serán cortada, el mundo de hoy se ha dividido en dos bandos: el Islam (creyentes) y los kufr (incredulos), por eso el ejército de Alá conquistara Roma y el mundo”
Los hechos de los últimos meses y días han profundizado el salvajismo religioso, el mundo occidental comprende que no hay límites para el extremismo monstruoso, que deja sin aliento a todos los que creíamos que las hordas bárbaras habían quedado en el siglo IX. El Califato Ibrahim, como se hace llamar ISIS ahora, lucha de la forma más salvaje conocida, con crucifixiones, decapitaciones, ejecuciones en masa de los hombres, secuestro de mujeres para ser vendidas como esclavas, o regaladas a los llamados guerreros santos. El avance de ISIS provoco la destrucción de personas, civilizaciones y culturas antiguas, desde el pueblo yazidi hasta estatuas asirias, desde la sistemática intimidación y extorsión hasta el asesinato de cristianos.
Ante estos hechos el Papa Francisco envió una carta desesperada a la ONU, donde expresa:
“Me dirijo a usted, señor Secretario General, viendo las lágrimas, el sufrimiento y los gritos de desesperación de corazón de los cristianos y otras minorías religiosas de la querida tierra de Irak. Llamo urgente a la comunidad internacional a tomar medidas para poner fin a la tragedia humanitaria en curso, animo a todos los órganos competentes de las Naciones Unidas, en particular a los responsables de la seguridad, la paz, el derecho humanitario y la asistencia a los refugiados, para continuar su esfuerzos en conformidad con el Preámbulo y en los artículos pertinentes de la Carta de las Naciones Unidas”.
Pero el verdugo de ISIS que asesino a 21 cristianos coptos, respondió con un mensaje al Papa Francisco: “Vamos a conquistar Roma, vamos contra el pueblo de la cruz, los seguidores de la Iglesia hostil a Alá”.
Fue entonces cuando el Papa Francisco respondió a los periodistas “Donde hay una agresión injusta, sólo puedo decir que es legítimo detener al agresor injusto” pero rápidamente aclaro, “Subrayo el verbo detener, con esto no digo “bomba o guerra”, sino que los medios por los que se puede detener al agresor deben ser evaluados por todos, pero reitero que detener el agresor es legítimo”.
Ahora los más altos funcionarios de la iglesia católica solicitaron el apoyo de la acción militar de Estados Unidos y Europa. El arzobispo Silvano Tomasi, observador del Vaticano en las Naciones Unidas en Ginebra, ha llamado no sólo a la asistencia humanitaria para los perseguidos por el Estado islámico, sino a la “protección militar efectiva”. El Arzobispo Giorgio Lingua, embajador del Papa en Bagdad, dijo a la radio del Vaticano que “agradecía la intervención militar estadounidense en Irak contra ISIS, en las últimas semanas, de lo contrario las fuerzas del Califato (ISIS), no podían ser detenidos”. El obispo de Sevilla, ha planteado “la grave preocupación que no parece tener un enfoque coherente y global contra el extremismo islámico, que se está desarrollando a través del mundo “, el obispo de Manchester, “llamó al gobierno británico a cumplir con su obligación moral de defender a los cristianos de Siria e Irak”.
Ahora ISIS ha tomado el pueblo de Tal Shamiram al noroeste de Siria, asesinando a niños y mujeres y secuestrando a más de 100 campesinos cristianos, emitiendo un ultimátum: “Conviértanse al islam, paguen una multa o enfrenten la muerte por espada”. El pueblo de Tal Shamiram es habitado por asirios desde hace más de 4.000 años, en época de la Mesopotamia, y es considero una de las cunas de la civilización y el lugar de nacimiento de la escritura y la literatura. Los asirios han sido predominantemente cristianos desde el siglo III. Hoy hay 600 familias refugiadas en la Catedral de Santa María en al-Hasakah, sin agua ni comida.
Ya es hora que el mundo reaccione, ya es hora de tomar en serio esta locura y cortarla de raíz, ya es hora que las Naciones Unidas avancen contra ISIS o el Califato Ibrahim, no solo por los cristianos, sino también por los musulmanes chiitas y sunitas, que son asesinados por el solo hecho de no aceptar los extremos de una religión.
Hasta la próxima