Becas, ayudas financieras y otras opciones para estudiantes latinos que desean ingresar a la universidad

Becas, ayudas financieras y otras opciones para estudiantes latinos que desean ingresar a la universidad

Conocer las opciones disponibles hará más llevadero el proceso de aplicar a las universidades. Sin embargo, lo importante es que el estudiante esté muy atento a las fechas de entrega de las aplicaciones, rellene los formularios con exactitud y presente sus logros de manera atractiva para las casas de estudio.

“Hay muchas oportunidades. A veces escuchamos excusas como que los alumnos no tienen papeles o que la universidad es muy de élite y, lo que estamos viendo es que nuestros estudiantes (de origen hispano) solamente aplican a las universidades o a los colegios universitarios que están cerca de sus casas y no a los que están más lejos, que quizá son privados o son más prestigiosos”, comentó a Univision Noticias Juan García, director del centro para igualdad en el aprendizaje de ACT. “Pero nuestros estudiantes son tan buenos como cualquier otro y merecen estar en esas universidades. Solo aplicando es que uno descubre que muchos de estos jóvenes llegan y reciben una beca completa de esas universidades”, agregó.
Además de los recursos económicos, es determinante también que el estudiante esté atento a las fechas límites de aplicación a cada universidad, decida cuáles son los centros de educación superior que mejor se adaptan a sus intereses profesionales, a sus gustos —debido a su ubicación o tamaño—, o los satisfacen de acuerdo a sus estadísticas de retención de estudiantes, tasas de graduación e índices de colocación laboral.
A continuación algunas preguntas y respuestas sobre el proceso de aplicación y las ayudas económicas que existen para continuar con la educación superior:

¿Cuál es el primer paso para comenzar el proceso de aplicación a las universidades?
Lo primero es presentar los exámenes estandarizados ACT y/o SAT. El puntaje (score) debe incluirse en los paquetes de aplicaciones.

Después de presentar los exámenes estandarizados, ¿qué sigue?
Toca decidir, entre la amplia gama de instituciones disponibles para la educación superior, cuáles se ajustan mejor a sus intereses y metas profesionales. Las alternativas incluyen instituciones públicas y privadas, universidades de dos y cuatro años, escuelas vocacionales, profesionales, politécnicas y en línea. Para conocerlas más a fondo se puede asistir a las ferias universitarias, revisar sus respectivas páginas web o visitarlas personalmente. Si necesita saber con exactitud todas las opciones de educación superior que están en su estado puede revisar la página del Departamento de Educación de Estados Unidos.

¿Cuáles son los aspectos más importantes a considerar para elegir las universidades?
Uno de los principales es el costo de la universidad, que incluye la matrícula, las cuotas, los gastos en equipos, costos de transporte, entre otros. Para que no se convierta en un problema a la hora de escoger, hay que informarse si la escuela participa en los programas federales de ayuda estudiantil o si otorga becas. De lo contrario, hay que determinar si el joven requerirá algún tipo de crédito bancario, programas de estudio y trabajo, o préstamos. Otros de los aspectos a considerar son: la acreditación (que reúna ciertas normas establecidas por un organismo independiente), la ubicación, el tamaño, las estadísticas de retención de alumnos, tasas de graduación e índices de colocación laboral, si tiene política de reembolso y cuáles son las quejas ocurridas en años anteriores y su reputación.

¿El perfil económico de un estudiante debe limitar la lista de universidades a las que se postulará?
No. Un joven no debería desalentarse si el costo de continuar con sus estudios universitarios luce demasiado alto, pues hay diversas ayudas financieras. Generalmente están divididas en dos grupos: las basadas en necesidades económicas y las que responden a los méritos del estudiante (académicos, atléticos, por participación en actividades extracurriculares, liderazgo, voluntariado o artísticos). Lo aconsejable es aplicar a varias universidades al mismo tiempo y, una vez se sepa en cuáles ha sido admitido, comparar qué ofrece cada una como ayuda económica antes de tomar la decisión final.

¿Cuándo se debe presentar la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA por sus siglas en inglés)?
Hay que estar muy atento a las fechas límites porque hay plazos distintos para solicitar la ayuda económica otorgada por el gobierno federal, por los estados e incluso por las universidades. Los formularios FAFSA 2018-2019 están disponibles desde octubre 1 de 2017 hasta junio 30 de 2019; mientras que los de 2017-2018 han estado disponibles desde octubre 1 de 2016 y lo estarán hasta junio 30 de 2018. Hay que registrarse en el sistema para tener una FSA ID, y llenar el formato web, en PDF o uno impreso que hay que solicitar al 1-800-433-3243 ó 334-523-2691. Para acceder a esta ayuda se hará un estudio del perfil económico del estudiante y su familia. Si no está listo para solicitar la ayuda federal, pero le gustaría obtener un cálculo aproximado de lo que recibiría puede probar el FAFSA4caster.

¿Un estudiante indocumentado puede presentar FAFSA?

No, los estudiantes indocumentados no son elegibles para presentar FAFSA porque no tienen un número de Seguro Social, pero pueden ser considerados para otras ayudas estatales o de universidades y colleges, además de otras becas privadas. Si los padres son indocumentados, pero el estudiante no, no se verá afectada su aplicación; solo deberá colocar 000-00-0000 cuando se le pregunte por el Seguro Social de sus padres.

¿Hay becas destinadas a ayudar a estudiantes de origen hispano?

Si, hay varias enfocadas en los méritos o las necesidades económicas de los estudiantes de High School de origen hispano, por ejemplo la Hispanic Scholarship Fund, la de League of United Latin American Citizens, la de Hispanic Association of Colleges and Universities y la de Ronald McDonald House Charities.
“Hay muchas oportunidades. A veces escuchamos excusas como que los alumnos no tienen papeles o que la universidad es muy de élite y, lo que estamos viendo es que nuestros estudiantes (de origen hispano) solamente aplican a las universidades o a los colegios universitarios que están cerca de sus casas y no a los que están más lejos, que quizá son privados o son más prestigiosos” … Juan García, director del centro para igualdad en el aprendizaje de ACT.

¿Cómo hacer una buena aplicación?

El estudiante debe rellenar con exactitud los formularios de las universidades en las que aspira a ingresar. Dependiendo de los requerimientos de cada escuela, tendrá que anexar otros documentos. Por eso, es aconsejable pedir con anticipación cartas de recomendación a sus profesores, para lo cual deberá suministrarles su currículum. También necesita copias oficiales de sus notas y los resultados de los exámenes estandarizados. Es momento, además, de escribir un ensayo que hable de sus características únicas y logros, porque a las universidades les interesa ver estudiantes con buenas notas, pero también que estén preparados en distintas áreas. Lo importante es estar muy atento a las fechas de entrega de aplicaciones y tener el dinero disponible para pagar los gastos administrativos (fees).

¿Cómo debe ser el ensayo?

El ensayo permitirá que el estudiante pueda presentar ante el personal de admisión de las universidades aspectos referentes a sí mismo que no están incluídos en ningún otro formato de ingreso a la universidad. Lo principal es que el joven sea honesto y conciso a la hora de escribir. Especialistas recomiendan escoger un tópico en el que el joven haya resaltado y desarrollarlo, porque escribir de distintos temas al mismo tiempo puede hacer que el ensayo luzca como un resume ampliado. Es importante, además, que el estudiante hable de sus propias experiencias, muestre ejemplos sin usar frases trilladas para describir las situaciones, y que escriba con sus propias palabras para que el personal que lea el ensayo no sienta que lo escribió un adulto. Pedirle a algún profesor o a sus padres que lo lean antes de enviarlo es una buena manera de garantizar que esté libre de errores de tipeo o redacción.

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