Anulando la mente

Renato Descartes escribió: “La fuente más grave de todos los errores proviene del hecho de que el hombre pretende hacer de sus deseos, la verdad”. La historia lo reafirma. Hubo un tiempo, allá por el siglo XV, cuando el hombre empezó a renegar del judeo-cristiana prevaleciente y pretendió reelaborar el mundo a partir de su razón. Gran error. Su racionalismo (del cual Descartes es un representante) sólo condujo con el tiempo al pesimismo, y éste al abandono de la razón.
Afirmar, entonces, que hemos pasado de la era de la razón y la objetividad, a la era de los sentimientos y la subjetividad, no debe sorprender a nadie. Hoy no hay afirmación que no se cuestione, no hay principio que no pueda debatirse y hasta no hay verdad que no pueda contradecirse. Todo está bajo sospecha.
La superabundancia de información con la que contamos convive, a la vez, con una superabundancia de ignorancia. La verdad está cada vez más lejos y un gran porcentaje de la sociedad vive acostumbrado a esto.
Por su parte, las élites cuentan hoy con sofisticadas posibilidades de manipulación social cada vez más invasivas. De hecho, son ellas y el uso que hacen de estas herramientas, lo que más han contribuido al estado actual de las cosas.
¿Cómo anularon el razonamiento? ¿Cómo indujeron a la gente a vivir de sus emociones sin que perciban la manipulación? Hay muchos métodos. Aquí comparto sólo los siete principales:
1. Enfatizando historias y no principios. Cuanto más emotivas mejor, porque anulan el pensamiento objetivo.
2. Concentrándose en lo particular y no en lo general. La idea es que las excepciones creen nuevas reglas.
3. Enfocándose en lo temporal y no en lo permanente. Venden la intensidad de lo pasajero a fin de anular toda visión global.
4. Exaltando emociones y minimizando razonamientos. Un mantra resume esto: “obedece a tu corazón”.
5. Enfocándose en una parte y no en el todo. Cuando más aislado es un tema menos se puede conectar con lo demás.
6. Llamando verdad a la mentira. Para provocar que la mente entre en shock.
7. Imponiendo lo anterior por medio de leyes. Así, la confusión se institucionaliza por la fuerza.
Todo esto tiene un gran resultado: la anulación de la mente y la esclavización a las emociones. Y frente a esto sólo hay una alternativa: la lucha consciente, persistente y valerosa por una libertad auténtica y permanente.

 

Renato Descartes wrote: “The most serious source of all errors comes from the fact that man tries to make his wishes the truth.” History confirms it. There was a time, back in the fifteenth century, when man began to deny the prevailing Judeo-Christian and tried to rework the world from his reason. Big mistake. His rationalism (of which Descartes is a representative) only led over time to pessimism, and this to the abandonment of reason.
To affirm, then, that we have passed from the era of reason and objectivity, to the era of feelings and subjectivity, should not surprise anyone. Today there is no statement that is not questioned, there is no principle that cannot be debated and there is even no truth that cannot be contradicted. Everything is under suspicion.
The overabundance of information that we have coexists, at the same time, with an overabundance of ignorance. The truth is further and further away and a large percentage of society lives accustomed to this.
For their part, the elites now have sophisticated possibilities for increasingly invasive social manipulation. In fact, it is they and the use they make of these tools that have contributed the most to the current state of things.
How did they nullify the reasoning? How did they induce people to live off their emotions without being manipulated? There are many methods. Here I share just the top seven:
1. Emphasizing stories and not principles. The more emotional the better, because they override objective thinking.
2. Focusing on the particular and not the general. The idea is that exceptions create new rules.
3. Focusing on the temporary and not the permanent. They sell the intensity of the temporary in order to nullify any global vision.
4. Exalting emotions and minimizing reasoning. A mantra sums this up: “obey your heart”.
5. Focusing on a part and not the whole. The more isolated a subject is, the less it can be connected to the rest.
6. Calling truth to the lie. To cause the mind to go into shock.
7. Imposing the above by means of laws. Thus, the confusion is institutionalized by force.
All this has a great result: the annulment of the mind and the enslavement to the emotions. And against this there is only one alternative: the conscious, persistent and courageous struggle for an authentic and permanent freedom.