Aleccionador para EUA el Programa de Trabajadores Mexicanos a Canadá
Enlaces de la UFCW- México y ATA exigen frenar listas negras de trabajadores agrícolas a Canadá
Desde 1974 se formalizó legalmente el memorándum de entendimiento del Programa de Trabajadores Agrícolas temporales (PTAT) entre México- Canadá como un programa exitoso que ha superado nominalmente al Programa Bracero Norteamericano signado de 1942 a 1945 no obstante el propio gobierno canadiense reconoció que el PTAT está lejos de ofrecer un modelo para enfrentar el complejo fenómeno de la migración hacia Estados Unidos de hecho Canadá en 2007 se negó a utilizar el PTAT como un modelo para ampliar la cooperación con México como lo refiere Isabel Stunder “alegando que estaban imposibilitados para extenderlo debido a los compromisos del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS) – argumento cuestionable pues el PTAT no califica bajo el anexo 4 del GATS que se refiere a servicios de empleo temporal- sin embargo se mantiene el programa en el que el 70% de los farmers canadienses especifican los nombres de los trabajadores que desean recibir como una responsabilidad compartida entre las provincias y el gobierno federal, en la cual la política laboral está totalmente a cargo de los gobiernos provinciales.
En este contexto se entiende la denuncia de Andrea Gálvez y Octavio Nava enlaces de la Unión Internacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos y de Establecimientos Comerciales (UFCW) que es el sindicato más grande del sector privado y que ha documentado las arbitrariedades de funcionarios consulares mexicanos en Vancouver los han estigmatizado por simpatizar con la sindicalización incluyéndolos en una lista negra para que no se les descalifique del programa, lo cual es flagrantemente atentatorio con los derechos de los trabajadores mexicanos.
La vulnerabilidad de los derechos laborales de los trabajadores migrantes sigue siendo el talón de Aquiles del sinuoso camino al que se enfrenta la fuerza laboral, a pesar de que ambos países signaron la Declaración de Objetivos 2007 en la que se comprometieron a emprender medidas para mejorar el programa y asegurar la protección de los derechos laborales de los trabajadores temporales mexicanos empleados en Canadá, el Grupo de Trabajo como lo documenta Isabel Stunder no ha abordado muchas quejas del programa como las irregularidades que citan los enlaces de la UFCW- México; en cambio, ha centrado sus esfuerzos en explorar oportunidades y nuevas formas de facilitar la circulación de los trabajadores temporales entre los países en los sectores de la construcción y hostelería, con magros resultados en gran parte debido a la recesión económica.
En efecto, el caso de Canadá es aplicable para América del Norte en la que se ha perdido la oportunidad de explotar los recursos ofrecidos por el capítulo 12 del TLCAN, que establece normas para el empleo temporal en servicios a través de la frontera y sin poner en peligro los derechos laborales de estos trabajadores. Se han tirado a la borda la oportunidad de estos foros políticos para la toma de decisión y resolución de conflictos.
Este es un claro ejemplo como en una aparente “Asociación Estratégica Hemisférica”, las relaciones trabajan a velocidades diferentes; la vía rápida para la relación Estados Unidos – Canadá y la vía lenta para la relación México-Estados Unidos y Canadá- México en la que en lugar de apostar a reducir las asimetrías con el país más débil del Sur es decir México, logrando una definición de prioridades y proyectos específicos, prevalece una disociación regional para desarrollar proyectos sustantivos que identifiquen intereses mutuos, anulando el fortalecimiento de la agenda trilateral.
Lo que busca la representación de la UFCW es exigir de manera enérgica al Gobierno Mexicano, cese de inmediato las listas negras que elaboraron los funcionarios de la (STPS), (SRE), las cuales inhiben el retorno de mexicanos a Canadá, que buscan emplearse en el PTAT.