Al Escoger Pareja

Al instante de escoger pareja o iniciar un compromiso sentimental, nadie podrá llegar a entendernos con facilidad, y mucho menos comprendernos completamente. Para ello tendría que ser nuestro clon, ya que es una quimera romántica el que existan las almas gemelas o la media naranja. Esas solo son expresiones poéticas.
Además, si nuestra pareja pensara o sintiera como nosotros, no existiría la comunicación ni el dialogo. No habría de que hablar, y por lo tanto, tampoco tendríamos la evolución personal que nos brinda el convivir con una persona completamente opuesta a nosotros.
De hecho, nadie puede llegar a comprendernos. Quizá algunas personas que hemos escogido, podrán llegar a asomarse a algunos rincones de nuestra alma, pero jamás podrán vislumbrar todo el potencial mental o la capacidad emocional que tenemos. Siempre seremos un enigma para nuestra pareja. Cada persona está inmersa en sus propias confusiones y aparentes necesidades, por lo que no tiene tiempo para nosotros.
La realidad es que ya sea dentro o fuera de una relación, estamos increíblemente solos. Y esa verdad afecta profundamente nuestra psiquis, porque quisiéramos ser comprendidos, reconocidos y amados por lo que nosotros creemos ser. Y luego entramos a una relación sentimental llenos de ilusiones, esperando que esa persona que hemos escogido nos llene nuestra larga lista de necesidades. Pero en el fondo, cada uno de nosotros ha entrado a la relación por motivos y necesidades muy diferentes.
Lo trágico es que quizá entramos por una o varias causas, pero luego queremos que se nos llenen todas las demás. ¡Sufrimos porque le pusimos a esa persona capacidades y virtudes que no tenía! Sucedió que habíamos reflejado nuestras propias necesidades en esa persona. Y con el tiempo nos empezamos a dar cuenta, que solo puede reflejar una mínima parte de nuestra imagen, pero no puede correspondernos en la forma que lo esperamos.
Vivir en compañía de una pareja sentimental, es lo mas difícil que nos toca experimentar en esta y en todas las vidas. Sin embargo, es así como se evoluciona y se crece, al poner en práctica eso que decimos o creemos haber aprendido. Por lo tanto, si realmente nos decidiéramos, ¡cualquier persona nos serviría para ser inmensamente felices! Pero nuestro conflicto se iniciará de nuevo, cuando queramos intentar modificarle para ajustarle a nuestras más acariciadas fantasías afectivas.
Con muy buena voluntad, la otra persona podrá actuar como el ser que esperan nuestras ilusiones. Pero solo será una actuación temporal. Quizá se compenetre del libreto que le asignemos, y actúe maravillosamente el personaje que nos satisfaga. Inclusive puede llegar a disfrutar el rol que le hemos asignado. Pero debemos comprender que no se puede modificar a ninguna pareja. Si lo hiciéramos, ésta ya no sería genuina, y solo estaríamos viviendo en la compañía de un reflejo de nuestras ansias insatisfechas.
Pero como todo reflejo, no estaríamos acompañados de una realidad sino de una imagen virtual. La una opción que nos queda es: ser feliz con lo que sí tenemos, y dejar de sufrir por lo que no hemos obtenido ni tendremos. De otra forma, entraríamos en fuertes crisis y depresiones.
Si después de intentar una comunicación de alma a alma no se consiguen acuerdos y cambios sensibles, lo más valiente sería retirarse y dejar en libertad a la persona, por más amor que jure ofrecernos. La segunda opción, es quedarnos para siempre viviendo cada día suicidados en una relación insufrible, acompañados por nuestras mutuas soledades y rumiando en silencio nuestras desgracias.
La felicidad no es algo o alguien. La felicidad es una decisión personal, en donde decidimos ser felices o desgraciados. Nadie nos enseñó cómo entrar a la vida sentimental o y cómo se llega a ser feliz en la convivencia con una pareja. Crecimos con conceptos tomados de las novelas, las amistades, o de algún buen o mal ejemplo de los padres.
Para no cometer equivocaciones durante nuestra vida sentimental, la Clínica de Psynética creó las sesiones de asesoría privada: Creciendo Juntos, que enseña la forma de llevar con felicidad las uniones sentimentales y evitar las crisis con su pareja. Le recomendamos solicitar una asesoria personal, tal como lo hacen las parejas que desean ser emocionalmente inteligentes.

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