Adiós pañales
“Ensuciaron toda la casa cuando la necesidad los sorprendía, pero increíblemente, hacia el domingo en la noche, escuché por primera vez que Joanna me decía ‘mamá, quiero ir al baño’”, cuenta feliz.
Dinys jamás pensó que al seguir una vieja ‘receta’ familiar estaba enrolándose en una nueva tendencia: la de las mamás que deciden entrenar a sus bebés simplemente sacándole los pañales.
Expertos del Centro de Estudios Infantiles de la Universidad de Oklahoma aseguran que esto es posible. “Aunque un pequeño de menos de 12 meses no tiene control de su vejiga o de sus esfínteres, después de esa edad es posible que vayan aprendiendo a modo de reflejo condicionado, a repetición”, explican en uno de sus documentos.
Utilizando la técnica al límite, Dominic Klatt, mamá de Fiona, de 7 meses, asegura que no usa pañales desde el nacimiento de la niña. “Si bien no han desaparecido por completo los ‘accidentes’, durante la noche Fiona no moja jamás las sábanas”, asegura orgullosa.
Y agrega que tampoco tiene que despertarse en la madrugada para cambiar pañales sucios o mojados. “Ha mejorado la calidad de vida de Fiona y la mía” Pero hay escépticas.
“Una madre que trabaja no puede estar pendiente de la pipí de su niño. Cuando el tiempo con el pequeño es poco, lo que más importa es alimentarlo y jugar con él. Hay que dejar que cada etapa del desarrollo llegue a su debido tiempo”, arremete Lisa Bolcato, madre de Rose, de un año y medio, y gerenta de una cadena de supermercados.
Lisa no tiene tiempo, como sí lo tiene Dominic, para sentarse horas con su niña en el parque y compartir experiencias con otras mamás.
“Son muchos los padres que empiezan el entrenamiento desde el nacimiento y a los tres o cuatro meses ya hacen movimientos de evacuación”, asegura Elizabeth Parise, vocera de DiaperFreeBaby.org, una red de grupos que apoyan la práctica del entrenamiento sin pañales.
Esta red utiliza como razón de peso a favor del método el hecho de que el bebé, al comenzar a ser entrenado tan temprano en su vida, acepta naturalmente el aprendizaje sin necesidad del recurso de premios y castigos.
Como un juez equilibrado, la Academia Americana de Pediatría dice que antes que el deseo del padre de experimentar ‘técnicas alternativas’, lo más importante es que el niño esté listo para el entrenamiento. Y, coinciden los pediatras, este tiempo es entre los 2 y 3 años.
“Si lo hacen con o sin pañales está fuera de polémica. Cada padre encontrará la forma de acercar al hijo al potty”, remarca la academia, y agrega que sólo la paciencia y el buen humor del padre harán que el entrenamiento, tarde o temprano, sea exitoso.