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Abriendo Puertas a la Comunidad

Por Cesar Leo Marcus, exclusivo para

La Prensa Hispana

Hoy con nosotros:

Alicia Márquez

Terapeuta familiar para el Valle de Coachella.

Estamos navegando en aguas turbulentas, en medio de la gran crisis financiera-económica-inmobiliaria, donde la comunidad latina es el sector más golpeado… Porque en las familias latinas el tema no es únicamente económico, todos sabemos que tras las crisis económicas familiares, se esconden la depresión, el alcohol, las drogas y la violencia familiar, por eso quisimos saber de primera mano como viven los latinos del Valle de Coachella.

CLM – Señora Alicia Márquez, explíquenos cual es su trabajo…

AM – Trabajo como terapeuta de familia, interna, para Catholic Charities. Doy clases para padres y consejería a familias, en inglés y en español, en las oficinas que el condado de Riverside tiene en Desert Hot Springs y en Mecca. Comencé hace tres años, con la agencia MFI Recovery Center, Inc., donde recibí mucho entrenamiento para trabajar con jóvenes que tienen problemas de drogas y/o alcoholismo.

CLM – ¿Quiénes solicitan su asistencia?…

AM – Las personas que solicitan consejería familiar son muy variadas. Algunos niños vienen referidos por las escuelas, principalmente por problemas de control de enojo. Cuando son referidos por la escuela superior generalmente ya han sido expulsados o han sido suspendidos en varias oportunidades. El Departamento de Protección de Menores del Condado (CPS) envía muchos padres y también adolescentes. Lo mismo con los Probation Officers (PO). Aun cuando se les da preferencia a los que son referidos por el condado, cualquier familia que tenga problemas será atendida en forma gratuita, si hay lugar disponible. Creamos un tratamiento para ocho sesiones, solicitando una extensión si se cree necesario al finalizar este término. Las consultas son de 50 minutos, una vez por semana y son gratuitas para familias donde hay niños.

CLM – ¿Qué obtienen los padres de las consultas?…

AM – Las clases para padres consisten de diez sesiones de un programa especialmente preparado por Caridades Católicas, y están aprobadas por el Departamento de Protección de Menores del Condado (CPS), muchos de los padres y madres que asisten necesitan recibir el certificado de complexión a fin de recuperar a sus niños o evitar que sean removidos del hogar. Otros padres asisten voluntariamente, sólo porque desean mejorar las relaciones familiares. Los cursos se dan en forma gratuita. Es muy lindo escuchar los testimonies de quienes, al recibir su certificado agradecen por lo que han aprendido, comentan cómo han mejorado sus vidas, y se lamentan por no haber obtenido el conocimiento antes.

CLM – ¿Cuándo nació en usted la idea de ayudar a las familias latinas?…

AM – Desde siempre… Nací en Sudamérica, exactamente en Montevideo, Uruguay, y a los 19 años, recién casada, decidimos mudarnos a Nueva York, donde tenía amigos. Al principio, por no saber inglés, trabajé limpiando casas, sirviendo mesas, vendiendo productos de cocina y cuidando niños. Ya con algo de idioma inglés pude conseguir empleo de secretaria. Al mismo tiempo estudiaba para terminar el GED, y luego asistí al Nassau Community College donde obtuve un grado en Administración de Empresas, y con ese titulo en la mano, conseguí trabajo de contadora.

CLM – Es un esfuerzo y una inspiración para muchas mujeres latinas… de limpiar casas a Administradora de Empresas.

AM – El esfuerzo tiene sus frutos… en Nueva York nacieron mis dos hijos, que hoy son profesionales, y que me han dado cuatro preciosas nietas.

CLM – Es decir que mientras trabajaba y estudiaba, criaba a sus hijos…

AM – Sí… y durante los veranos tomaba cursos en la Universidad de Andrews, en Michigan, logrando un certificado de educación familiar. Esto me entusiasmó a obtener un bachillerato en psicología de Old Westbury College, en Nueva York.

CLM – De contadora a psicóloga…

AM – No realmente psicóloga, pero yendo para ese lado. A pesar de que me gustaba mucho mi trabajo de contadora, dar charlas para el beneficio de las familias era lo que me daba mayor satisfacción. Al final de las presentaciones siempre venían personas a pedirme consejería y con tristeza solamente podía decirles que no estaba preparada para eso.

CLM – ¿Y cómo llegó a Terapeuta de Familias en el Valle de Coachella?

AM – Después de más treinta años de casados mi esposo y yo nos divorciamos. Ese fue el momento en que decidí mudarme a California para convertirme en una terapeuta de familia. Doy gracias a Dios por haber dirigido mi camino en esa dirección. He obtenido una maestría de la Universidad de Loma Linda, y ahora estoy cursando la última etapa del doctorado en la misma materia. Las satisfacciones que recibo cada día al atender pacientes son enormes.

CLM – Pero viaja mucho…

AM – Además de las clases para padres y la terapia de familia, he tenido la oportunidad de presentar charlas en diferentes lugares sobre temas variados, he participado en ferias de salud, he enseñado en una universidad en Perú, y regularmente grabo segmentos para el programa de televisión Viva Mejor, www.vivamejor.net., que se transmite por cable y satélite en Estados Unidos y Latinoamérica.

CLM – ¿Como ven los hispanos la ayuda terapéutica o psicológica?

AM – Muchos latinos piensan que ir a consejería es solamente para quienes tienen problemas graves. Pero la verdad es todo lo contrario, la terapia es para evitar los problemas, ayudando a minimizar, y a veces desaparecer los síntomas negativos que causa el estrés en la vida de las personas. Algo que deben recordar las personas es que los servicios son confidenciales. Tomamos todas las precauciones que se pueden a fin de evitar que otras personas se enteren de que los clientes están viniendo a consejería. Solamente en los casos que la ley lo requiere es que se rompe la confidencialidad.

CLM – ¿Cuáles son los mayores problemas que encuentra en el Valle de Coachella?

AM – Me duele ver el poco entusiasmo que tienen los jóvenes para estudiar y cuan fácil es que fallen en la escuela debido a la poca preparación que tienen. En este momento estamos hacienda un plan con la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Desert Hot Springs para proveer tutoría a jóvenes necesitados. Buscar la ayuda de los padres, y educarlos es la mejor manera de apoyar a los adolescentes cuando comienzan a experimentar con drogas, o con otros factores de riesgo, es uno de mis deberes. Especialmente en la zona de Mecca me da mucha lástima que los jóvenes están muy limitados en cuanto a fuentes de apoyo local. Espero se pueda despertar la atención de las autoridades sobre las necesidades de la juventud. Cuando después de la escuela no tienen donde ir, hay grandes probabilidades de que terminen en pandillas y drogas.

CLM – Para terminar, ¿qué consejo daría a los latinos del Valle de Coachella?

AM – Los problemas que crean la pobreza y la falta de trabajo no son exclusivos de nuestra área, pero se han incrementado con la situación de crisis que vivimos en los Estados Unidos. Eso causa mayor estrés en la familia, especialmente en el hombre hispano quien con orgullo provee lo necesario a su familia, pero cuando se queda sin trabajo y no puede pagar el alquiler ni alimentar bien a sus hijos, recibe un golpe tan grande que a veces se manifiesta en depresión, angustia, violencia doméstica, o excesiva disciplina a los hijos. Por eso suplico a las familias latinas que no demoren para solicitar ayuda. Hay otros profesionales como yo, en el Valle de Coachella, que podrán asistirles y aconsejarles. Personalmente me da mucha satisfacción poder crear confianza en quienes necesitan ayuda para confrontar sus problemas y buscar juntos la solución. Es allí cuando sentimos esa conexión especial, y las personas obtienen la fe de que saldrán adelante…

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