50 Tips para ser Millonario en USA

Por Cesar Leo Marcus.

Periodista y coach profesional.

Especializado en crisis personales y empresarias.

Desert Hot Springs, California

Cell: 1-760-835-5062

www.clmarcus.com

Vigésimo Tips: No dejar que los problemas nos paralicen

Los latinos somos maestros de las dramatizaciones, desde las telenovelas mexicanas al tango argentino, pasando por el bolero, todo es drama… la mujer engañada y el hombre despechado… o viceversa…son parte de nuestra cultura… y ese masoquismo es cultural… recordamos mucho mas los momentos malos que tuvimos y dejamos escondidos en la memoria los buenos… la iglesia latinoamericana nos señala los últimos días de Jesús y su martirio en lugar de educarnos en el Sermón de la Montaña, que son las alabanzas mas hermosas a la vida y la felicidad

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Los sajones le dan a los problemas su justa medida y son extremadamente lógicos en buscar soluciones… y en eso nos aventajan… porque asumen que es normal que haya preocupaciones, pero es un problema cuando éstas empiezan a obstaculizar la vida cotidiana… ellos saben que las angustias innecesarias son causadas cuando alguien da muchas vueltas a un tema, no enfrenta un problema o se angustia ante la posibilidad de una tragedia y trata de negarla.

Lo que ocurre es que los latinos nos preocupamos, pero no nos ocupamos… nos preocupamos en exceso y caemos en un juego mental que no resulta productivo, ya que nos paraliza la preocupación y esa inmovilidad no nos deja ocuparnos del verdadero problema.

En muchos casos esta parálisis esta justificada… somos inmigrantes en un país extraño, con un idioma diferente, un sistema económico diferente y un sistema legal diferente… esas diferencias nos asustan, tenemos miedo a equivocarnos… a cometer errores…

Como tenemos muy desarrollado nuestro sentido del drama… muchas veces creemos que un problema no tiene solución… porque desconocemos su origen o porque es muy grande… entonces nos quedamos cazando fantasmas, o buscando culpables en lugar de concentrarnos en solucionar el problema antes que crezca demasiado…

También es muy común a nuestra idiosincrasia latina resolver los problemas fáciles, dejando para “después o nunca” los difíciles, y los problemas que no se solucionan a tiempo van creciendo hasta transformarse en catástrofes, son comparables a un alud de nieve, al principio son dos piedritas, luego son muchas piedras y para cuando tomo fuerza son muchas toneladas de nieve “imparables”.

Tengo amigos mexicanos que no les temieron a las víboras al cruzar el desierto… tengo amigos cubanos que no le temieron a los tiburones cuando llegaron en balsa… pero se paralizan ante un problema familiar o laboral en este país… entonces me pregunto… ¿que les pasa…?

Nueve puntos para manejar un problema

Existen nueve áreas donde analizar los problemas, si sabemos aplicar adecuadamente y repartir los problemas en estas zonas, cada uno de ellas resolverá la parte del problema que le corresponda y la solución general estará a la mano, sin estrés ni complicaciones.

1. Situación que le preocupa, es el problema que esta en su cabeza, puede ser material o filosófico, puede ser físico o mental, puede ser grave o pasajero, pero definitivamente es la base de su preocupación.

2. Acepte el problema, reconocer un problema es parte de su solución. Si describimos el problema y sus consecuencias, podremos ver claramente que oportunidad nos esta dejando a la luz. Recordar datos o situaciones nos ayudara a reconocer el escenario real del problema.

3. Componentes del problema, distinga las partes interesadas, las verdaderas causas del problema. Es decir, aclara la información para definir la situación.

4. Desarrolla la idea central del problema, compara, teoriza y crea hipótesis, es decir, es el que enfoca realmente el problema a resolver, buscando los caminos y los pasos a seguir.

5. Busque objetividad, en todo problema influye el corazón, y por más que el pensamiento es el más concreto de los mundos del espíritu, el corazón influye a la hora de tomar una solución. Debemos analizar la solución con el y sin el, para ser objetivo y tomar la decisión correcta.

6. Busque la justicia, trate de pensar como un abogado, ellos ven únicamente los hechos comprobables, no se guían por “chismes”, limpie su mente de “agregados” externos, analice “que problemas componen el problema”

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7. Reconozca sus errores. Es muy importante saber donde se origino el problema, para no repetirlo, tiene que tener la grandeza de reconocer que porcentaje de culpa tuvo usted en el origen de este problema. No cargue toda la culpa en los demás, sepa que siempre… siempre… siempre… tenemos una parte importante de responsabilidad en todas las cosas que nos pasa. Tenga la grandeza de asumir su responsabilidad.

8. Imagine una solución, imagine el escenario de su vida sin el problema, trate de ver que cosas estarán mejor y analice cuales pueden empeorar para preverlas. No se deje sorprender. Como en el ajedrez debe analizar cada jugada y sacarle partido a los pequeños errores de su adversario.

9. En acción, establezca uno o mas caminos a seguir para resolver el problema o lo que queda de el. En la realidad, si siguió correctamente los ocho pasos anteriores a este punto llegaran menos del 5% de los problemas, ya que esta demostrado que no existen los grandes problemas, sino muchos problemas pequeños que se transformaron en una bola de nieve rodando cuesta abajo, que al chocar contra un análisis serio y concluyente se dispersa en miles de pequeñas fracciones inofensivas.

Cinco puntos para cambiar preocupación por ocupación

1. No postergue ni evite tomar decisiones. Los latinos siempre encontramos excusas para todo… siempre buscaremos la forma de no enfrentar el hecho… los temas de preocupación pueden ser variados… desde ir al dentista hasta contactar a alguien porque se le debe dinero… esos son motivos de angustia… pero la mejor solución es enfrentar el hecho… ocuparnos… es ir a la consulta o renegociar la deuda… Es decir que al enfrentar los problemas y ocuparnos de ellos… dejamos las preocupaciones a un lado…

2. No tema al futuro. Los latinos siempre tenemos miedo a que nos pase algo… miedo a perder el trabajo… miedo a algunas enfermedades… y ese miedo o preocupación no golpea dentro de la cabeza y no nos deja pensar… a tal punto que para algunos la solución es intentar sacarse esa idea de la cabeza al instante… sin comprender que esos miedos son parte de cada uno… y la mejor forma de “sacarlos” es incorporarlos como parte del plan… y no como una autoprofecía en donde los temores se cumplen… es decir debemos ganar nuestra autoconfianza teniendo un plan “B” para cada caso… o sea… si me quedo sin trabajo haré tal cosa… si me enfermo haré tal otra… y así quitarse las preocupaciones, ocupándose de planificar el futuro.

3. No busque la aprobación de los demás Los latinos tenemos muy desarrollado nuestro sentimiento de culpa… pero si bien debemos pedir a veces la opinión de otras personas en algunos temas, no debemos supeditar nuestra decisión a esta u otra opinión… debemos aprender a revalorizar nuestra opinión… ya que nuestros temores y miedos nos impiden confiar en nuestra opinión… muchas personas toman las decisiones que les aconsejan los demás, aunque no estén de acuerdo, solamente para no asumir la responsabilidad del posible fracaso o error… pregúntese quien conoce sus debilidades y miserias… quien sufrió con sus fracasos… quien es la persona mas importante en su vida… Usted… Usted… Usted… entonces su opinión y su decisión es la mas importante… escuche la opinión de los demás… pero la decisión final debe ser enteramente suya… porque los problemas también los son…

4. No se obsesione. Los latinos, mucha veces, nos obsesionamos y no dormimos o no comemos pensando en el problema, y así lo único que conseguimos es agravarlo por dañar nuestra salud y la de nuestra familia. Incluso la obsesión nos lleva a chequear una y otra vez las cosas, añadiendo preocupaciones innecesarias en nuestra cabeza.

5. No se castigue. Los latinos tenemos la excusa perfecta para evadir problemas, creemos que no estamos preparados para afrontarlos y nos hacemos a un lado. Por supuesto que estar bien preparado es la mejor forma de disminuir el estrés ante una situación compleja, pero nadie es perfecto y cuando se trata de hacer todo perfecto, la persona nunca se sentirá lo suficientemente lista para un desafío, por lo tanto hay que fijar metas claras y límites a la hora de alistarse para una tarea.

Hasta la proxima

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