¡15 Consejos de Como Seguir una Dieta..!

Una dieta no se puede hacer a la ligera, pues necesita mucha responsabilidad para producir efectos beneficiosos en el organismo y no afectarlo más que los kilos de sobra que llevamos en el cuerpo.

15 tips para que tu dieta sea un éxito. No omitas ninguno!

Por eso, es necesario seguir ciertos consejos que te ayudarán a ordenarte y, por supuesto, ser cuidadosa a la hora de adelgazar. Toma nota:

1.- Visita a tu médico para que te oriente

2.- Conversa con él hasta dónde puedes llegar, es decir, el objetivo alcanzable.

3.- Realiza cinco comidas diarias.

4.- Planifica con anticipación lo que vas a comer.

5.- Prepara el plato que comerás cuando no tengas hambre, de lo contrario te servirás más de la cuenta.

6.- Anda de compras con las ideas claras y una vez que hayas comido, así no te tentarás a comer otras cosas.

7.- Establece un horario fijo para comer. 8.- Come sentada y sin apuros.

9.- Sírvete en platos pequeños.

10.- Mastica lentamente y come pequeños bocados.

11.- Bebe entre 1.5 a 2 litros de agua al día.

12.- No piques entre horas.

13. Pésate una vez a la semana o cada dos, pero nunca todos los días.

14.- Busca apoyo en tu familia.

15.- Complementa la dieta con ejercicio físico acorde a tu estado.

Hay que tener en cuenta que una vez que se ha conseguido el objetivo hay que hacer una dieta de mantenimiento. Este paso es muy importante ya que la obesidad es un trastorno metabólico crónico y la tendencia a recuperarlo siempre existe.

“South Beach Diet”: La última dieta de los famosos

Ésta podría ser la dieta que hace la diferencia. Así al menos la describen quienes la han practicado y hoy disfrutan de una figura perfecta. Bueno, y si no lo fuera, bien vale hacer el esfuerzo y verificarlo por una misma.

La “Dieta South Beach” fue creada por el médico cardiólogo miamense Arthur Agatston, quien ideó un plan de alimentación para sus pacientes que sufrían del corazón a causa del sobrepeso.

Claro que nunca pensó que se convertiría en la estrella de las dietas. Y es que la South Beach no es sólo una dieta, sino que se trata más bien de un manual que enseña a distinguir entre los alimentos buenos de los que hacen engordar con más facilidad. Es decir, plantea la combinación ideal para sentirse a gusto y lucir estupendamente.

La idea es no suprimir los glúcidos, sino que los elige para que la energía que producen sea sostenida y así se mantenga la sensación de saciedad, evitando que se transformen en grasas, estimulando la producción de insulina y especialmente, para que no tengamos hambre todo el tiempo.

Pero, ¿cuáles son los buenos glúcidos? Aquellos que permanecen durante más tiempo en el estómago, llegan lentamente al intestino y no elevan la glicemia (nivel de azúcar en sangre). En cuanto a las grasas, reducir la presencia de los ácidos grasos saturados, protege la salud de nuestro corazón y arterias.

Además, conviene tener en cuenta la cantidad de proteínas que aporta la dieta, característica por lo que no se considera apropiado para personas con diabetes o enfermedades renales. De todos modos, siempre es importante consultar al médico para evitar cualquier tipo de complicaciones. Sin embargo, en el común de las personas, esta dieta presenta grandes éxitos. Así que anímate a probarla y ver el cambio en ti.

Primera fase

Esta etapa es referida como un período de desintoxicación. Si el peso es alto se pueden perder hasta 6 kilos en dos semanas.

Esta primera fase es muy estricta (dura solamente esas dos semanas) y se pierde la mayor parte del peso. Es una introducción a la segunda fase de esta dieta. En este período se comen porciones importantes de proteínas, vegetales, grasas saludables y carbohidratos con bajo índice glicérico.

La idea es que durante estas dos semanas rompas con el vicio de los carbohidratos malos y dejes de sentir los deseos de comer alimentos como pan, azúcar y pastelería. Si superas esta etapa, es más fácil continuar con la dieta.

Cada día se comen seis comidas, la dieta enfatiza que no hay que sentirse hambriento y hay que prevenir esos ataques de hambre. Las comidas principales son de tamaño normal y tiene la ventaja de no tener regulaciones estrictas en el tamaño de las porciones, pero sin exceder la capacidad de cada uno. Las meriendas son pequeñas y la dieta sugiere qué alimentos ingerir.

Durante esta fase no se comen panes, azúcar, arroz, frutas o jugos de ellas. Podrás comer porciones normales de carne, carne de pollo y pavo, pescado y mariscos. Además, son bienvenidos las verduras, huevos, queso y frutos secos. Comerá ensaladas aliñadas (aderezadas) con aceite de oliva de verdad.

Aquí se te instará a comer una merienda media mañana y a media tarde, y hay postre después de cenar. Podrás tomar agua, desde luego, además de café o té, si así lo deseas.

Lo que está prohibido durante los próximos 14 días será el pan, arroz, papas, pasta o productos panificados. Ni siquiera fruta. Pero tranquila, porque en dos semanas más podrás volver a introducirlos a tu dieta. Durante 2 semanas tampoco probará dulces, pasteles, galletas, helado o azúcar. Nada de cerveza ni ningún otro tipo de alcohol. Al cabo de esta fase podrá beber vino, el cual te hará bien por varias razones.

Alimentos permitidos: Carnes: rojas sólo en cortes muy magros, aves sin piel (preferentemente pechugas), pescados, mariscos y jamón magro.

Lácteos: leche totalmente descremada (hay leche 0% con fibra que es muy aconsejable), quesos muy magros (blanco 0 a 4 % de grasa, cottage, mozzarella magra y queso diet magro). Huevos: claras a voluntad y huevos enteros si su salud los tolera.

Vegetales y legumbres: espárrago, lechuga, coliflor, brócoli, repollo, apio, hinojo, pepino, berenjena, zapallito, acelga y espinaca, tomate y champiñón.

Porotos: de soja y lentejas.

Aceites: oliva y mezclas hogareñas de oliva con soja (50% de cada uno). Cantidad: lo que cada uno desee, en proporciones lógicas.

Menú tipo Desayuno y merienda: Infusión (té, café, mate ) con leche descremada 0%. Proteínas permitidas (elija entre queso, jamón, huevo).

A media mañana y a las 19 hrs: Proteínas permitidas (alterne con el desayuno). Infusiones y caldos desgrasados. Gelatina diet.

Almuerzo y Cena: Pescados o mariscos o pechuga de ave o carne magra. Huevo. Verduras crudas. Verduras cocidas. Aceite como condimento (con moderación).

Los NO Frutas, panificados, harina, cereales, papa, batata y choclo, remolacha, zanahoria y calabaza. Tampoco alcohol de ningún tipo. Póngale límite a la cafeína.

Segunda Fase

Aunque no lo puedas ver, durante esas 2 semanas también te habrás transformado internamente. Habrás corregido la reacción de tu cuerpo a los alimentos que ocasionaron tu sobrepeso. Los antojos físicos que rigen tus hábitos alimenticios desaparecerán y no volverán mientras te apegues al programa.

No bajarás de peso por comer menos, simplemente comerás en menor cantidad los alimentos por los que tu cuerpo almacenó un exceso de grasa.

Debido a ese cambio seguirás bajando de peso al finalizar el período inicial de 14 días. Para entonces ya habrás empezado a reintroducir a su vida algunos de los alimentos prohibidos. Aún estarás a dieta, pero si te encanta el pan lo podrás comer. Si te gusta la pasta, la reintroducirás, al igual que el arroz y las papas.

La fruta definitivamente estará de vuelta. ¿Y los dulces? Claro, si te hacen sentir bien. Pero tendrás que elegir cuál de estos lujos te vas a permitir. No podrás comerlos todos al mismo tiempo.

Permanecerás en esta fase y seguirá bajando de peso hasta alcanzar tu objetivo. El tiempo depende de cuánto peso tengas que perder. Durante esta etapa la gente baja un promedio de 450 ó 900 grs. a la semana. Pero recuerda: los carbohidratos son incluidos lentamente, es decir, se empieza con una fruta al día y poco a poco se come cereal y pan entero.

Alimentos permitidos

Lácteos: yogur descremado 0% de grasa y sin azúcar y leche semi descremada.

> Frutas: manzana, frutilla, melón, pomelo naranja, mandarina, durazno, pera. Todas deben comerse al natural, dígale no a las enlatadas, cocinadas, procesadas y en jugos.

Almidones: (con mucha moderación) panes integrales con salvado, pan multicereal, avena tradicional (no instantánea), arroz integral, fideos integrales, pan árabe integral, salvado de trigo y de avena, cebada.

Vegetales: el resto de las legumbres (porotos colorados y negros); papas.

Menú tipo Desayuno y merienda: Infusión con leche semi descremada. Fruta o pan integral. 1 proteína magra (queso magro, jamón).

A media mañana y a las 19 hrs: 1 proteína magra o 1 huevo. Gelatina diet. Infusiones o caldo magro.

Almuerzo y Cena: Carnes magras. Verduras crudas y cocidas. Almidones permitidos (como guarnición o plato). Aceite de oliva. Fruta.

Los NO

Chocolate amargo, pan blanco, cereales, fideos de harina blanca, papas, arroz blanco, remolachas, zanahorias, choclos, bananas maduras, piñas, pasas de uva, sandía, jugos de frutas, frutas cocidas, dulces, helados, miel, mermeladas.

Tercera Fase

Una vez que has adelgazado se empieza la fase 3. Aquí se asume que ya has aprendido a comer correctamente y, por lo tanto, este es una continuación de los hábitos alimenticios que has desarrollado. Esta fase dura toda tu vida y debes mantener los principios básicos, es decir, evitar los carbohidratos simples en tu vida diaria, pero sí ingerir de vez en cuando repostería o panes en días especiales, o sea, si controlas las porciones puedes comerlos frecuentemente.

Cuando llegues a este punto te darás cuenta de que el plan no se siente como una dieta sino más bien como un estilo de vida. Al fin y al cabo estará comiendo porciones normales de alimentos normales.

En esta etapa vivirás también otro cambio: la modificación de la respuesta de tu cuerpo a los alimentos. Ahora tu composición química sanguínea se transformará de manera significativa, lo cual beneficiará a tu sistema cardiovascular a largo plazo.

Experimentarás una mejora en ciertos factores que sólo preocupan a los cardiólogos (razón por la cual fue creada esta dieta), por lo que aumentará de manera considerable tus probabilidades de vivir bien por mucho tiempo; es decir, de conservar su buena salud y vitalidad al envejecer.

Menú tipo

Desayuno: Pomelo, café con leche descremada, 1-2 rebanadas de pan integral, 1-2 rebanadas finas de queso magro.

Almuerzo: Carne magra a la parrilla, plancha o al horno (variada), 1 plato de ensalada fresca de colores, guarnición de verduras cocidas (al vapor, hervidas o a la plancha). Evite los purés. Aderece con moderado aceite saludable. 1 fruta pequeña, o 2 ciruelas o 1 durazno.

Merienda: Infusiones si lo desea, pero evita el café, 1 yogurt descremado, 1 rebanada de pan integral, 1 rebanada de queso magro.

Cena: Ensalada verde fresca, 1 plato de cereales o pastas con verduras: arroz integral con champiñones y verduras (por ejemplo). Si agregas queso, que sea magro y moderada cantidad. 1 porción de frutillas o 1 kiwi o 1 rodaja de piña.

Importante

Si por alguna razón te excedes en las comidas y aumentas 1 kilo, vuelve por unos días a la etapa uno, o una semana a la etapa 2. Luego retorna con firmeza a la etapa 3.

Siempre

Toma agua o soda o bebidas sin azúcar (sobre todo de limón), por lo menos 8 vasos en el día. Limita la cafeína, no más de 1 taza al día. Consulta con tu médico para complementar la alimentación con un multivitamínico y algún refuerzo moderado de calcio, sobre todo si eres mujer, pre o pos menopáusica o menor de 25 años.

Deporte y dieta

En la búsqueda del cuerpo ideal, no hay nada mejor que combinar la “Dieta South Beach” con un adecuado plan aeróbico y muscular. Éste será el pilar fundamental que te ayudará a conseguir los objetivos: Reducir el porcentaje de grasa corporal mientras aumenta la musculatura.

Conseguir resistencia aeróbica lo lograrás con constancia haciendo 20 minutos, dos o tres veces por semana, de algún deporte. Y recuerda que el equilibrio, entre la dieta y el cuerpo deseado se logra entrenando la resistencia aeróbica y la fuerza.

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